Cinco conductores han sido imputados durante los últimos días por la Policía Foral por superar la tasa de alcohol autorizada, triplicándola en tres casos.

El 26 de julio fue imputado un vecino de Tudela de 47 años por triplicar el límite máximo de alcohol autorizado en la prueba a la que fue sometido en Tudela, después de que los agentes de una patrulla de Tráfico observaran un vehículo que circulaba dando bandazos, por lo que le ordenaron detenerse y comprobaron que estaba influenciado por la ingesta de bebidas alcohólicas.

El día 31 de julio le fue practicado en Ibardin el test de alcoholemia a un vecino de Ciboure (Francia) de 44 años, con resultado positivo, y el 1 de agosto fue detenido en Lodosa un vecino de Madrid, de 34 años, por conducir influenciado por el consumo de alcohol y negarse a realizar la prueba. Los agentes de la Policía Foral que atendían un control de alcoholemia vieron un vehículo que se aproximaba a gran velocidad y que era conducido de forma brusca. Tras detenerse, y ante los síntomas de ingesta de alcohol, fue invitado a someterse a la correspondiente prueba, negándose a realizarla.

También el día 1 de agosto fue imputada una vecina de Corella, de 29 años, que triplicó la tasa autorizada en un control realizado en Fitero, y un vecino de Alsasua de 29 años, que conducía de forma irregular, por lo que fue sometido a la prueba con un resultado que multiplicaba por tres el límite máximo permitido.