Entre las actuaciones llevadas a cabo durante los últimos días por la Policía Foral, en relación con delitos contra la seguridad vial, destaca la imputación de un conductor que circulaba a 180 km/h en un tramo con velocidad limitada a 90 km/h. Además, han sido imputados otros dos conductores por cuadruplicar la tasa máxima de alcohol autorizada.

El 20 de agosto un radar instalado por la Policía Foral en la carretera NA-115 (Tafalla-Peralta) captó a la altura de Olite a un vehículo que circulaba a 180 km/h en un tramo en el que no se puede sobrepasar la velocidad de 90 km/h. El conductor, un vecino de Pamplona de 56 años, ha sido imputado por superar en más de 80 km/h el límite de velocidad de la carretera.

Un conductor residente en Pamplona, de 25 años, fue imputado por la Policía Foral después de que los agentes de una patrulla observaran, el día 22 y en Mutilva Alta (Valle de Aranguren), un turismo que era conducido de forma errática, por lo que le hicieron detenerse. Los policías comprobaron que presentaba síntomas de consumo de alcohol y la prueba que le fue practicada reveló que casi multiplicaba por cuatro el límite máximo autorizado. El conductor cuenta con antecedentes relacionados.

En un control preventivo instalado el día 23 en la NA-2410 (carretera de la Barranca), a la altura de Lakuntza, fue imputado un vecino de Pamplona, de 43 años, quien conducía cuadruplicando el límite máximo de alcohol permitido según demostró la prueba que le fue realizada.

La prueba de etilometría realizada el 22 de agosto a un conductor de Villafranca, de 43 años, en un control instalado en Valtierra, en la NA-134 (Eje del Ebro), ofreció una tasa que multiplicaba por tres el máximo autorizado, al igual que la practicada el día 20 a un vecino de Falces, de 36 años, cuando circulaba por la NA-6100 (Carrascal-Marcilla) en Peralta.

El día 18 fue imputada una vecina de Pamplona de 28 años tras resultar positivo el test de alcoholemia al que fue sometida en un control preventivo instalado por la Policía Foral en la carretera NA-8607 (travesía de Tafalla).

El 22 de agosto los agentes que atendían un control de alcoholemia en Lakuntza pararon a un vehículo cuyo conductor, de 45 años, vecino de una localidad de la Barranca, presentaba síntomas de consumo de alcohol. Sin embargo, se negó a realizar las pruebas, tanto de aire expirado como de análisis de sangre, por lo que fue detenido por los policías.

Finalmente, el día 21 agentes de la Policía Foral se disponían a interponer una denuncia administrativa contra un vecino de Pamplona de 34 años que fue sorprendido en un control situado en la A-68, en Tudela, circulando sin hacer uso del cinturón de seguridad. Al solicitarle la documentación, los policías comprobaron que su permiso había perdido la vigencia al haberle sido retirados todos los puntos.