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La Dirección General de Interior recuerda una serie de consejos frente a los incendios forestales y las olas de calor
miércoles, 06 de agosto de 2003La Dirección General de Interior del Gobierno de Navarra ha difundido una serie de consejos en los que se recuerda cómo se pueden evitar los incendios forestales y cómo se debe actuar ante ellos, además de ofrecer diversas recomendaciones para protegerse de las olas de calor y la exposición al sol, o para el baño en playas, ríos y pantanos.
En las recomendaciones de la Dirección General de Interior se indica cómo hay que proceder para evitar incendios forestales.
Para evitar incendios forestales, en primer lugar se deben apagar bien las cerillas y colillas, y no tirarlas por las ventanillas del coche. Tampoco se deben abandonar botellas y objetos de cristal en el campo. Únicamente se puede encender fuego en los lugares autorizados y acondicionados para ello, y sólo si las condiciones meteorológicas son favorables. Posteriormente, hay que asegurarse de apagar el fuego bien con agua y cubrirlo con tierra.
Durante un incendio forestal es preciso informar al 112 de la localización y características del fuego. Si el incendio es pequeño, se recomienda atacarlo por la base de las llamas echando agua o tierra, o sofocándolo con ramas de árbol, para tapar después las brasas y limpiar las ramas de su entorno.
Hay que alejarse de los incendios por las zonas más desprovistas de vegetación, hacia abajo del monte o por los laterales, nunca hacia arriba, y desplazarse en dirección opuesta a la del viento, sin dirigirse hacia barrancos u hondonadas que no tengan salida. Al pasar junto a un árbol quemado o debilitado por el fuego situado en una pendiente es necesario hacerlo por la parte más elevada y con cuidado. También se recomienda prestar atención a los hoyos formados por la combustión de troncos y raíces, respirar por la nariz cubriendo nariz y boca con un pañuelo, beber mucho agua y procurar no fatigarse.
Si es imposible escapar del fuego, hay que buscar un claro o zona ya quemada, hacer un hoyo, tenderse boca abajo y cubrirse, sobre todo la cabeza, con tierra o ropa mojada.
Exposición al sol
Es conveniente evitar la exposición prolongada al sol y cubrirse la cabeza para evitar insolaciones, además de prevenir la deshidratación bebiendo abundante agua y evitando ejercicios físicos que puedan causar gran fatiga y sudor. También es preciso cuidar los ojos, que pueden verse afectados por una atmósfera seca y por el sol. Se debe tomar el sol de manera progresiva, extremando las precauciones en las horas del mediodía y utilizando cremas de protección solar. Asimismo, es necesario vigilar el perfecto estado de conservación de los alimentos.
Por lo que respecta al baño en playas, ríos o pantanos, se debe hacer en zonas vigiladas, observando las condiciones del entorno y atendiendo las señalizaciones e indicaciones de los socorristas. Es conveniente nadar en paralelo a la orilla y que cada persona sea consciente de sus limitaciones. No hay que entrar en el agua bruscamente después de haber tomado el sol, sino de forma progresiva, mojándose la nuca y las muñecas, y nunca en periodo de digestión.
Aquellas personas que no saben nadar no deberían alejarse de la orilla ni dejar que el agua les cubra por encima de la cintura. Es peligroso tirarse al agua en lugares de fondo desconocido, ya que puede haber poca profundidad o suelo rocoso, y el impacto podría provocar lesiones muy graves. Se recomienda también evitar piruetas peligrosas y bromas en el agua, y no invadir las zonas delimitadas para barcas de pedales, motos o esquí acuático. Tampoco deben alejarse de la orilla las personas que vayan solas, ni hacerlo sobre colchonetas o similares, sobre todo en zonas con fuertes vientos.
Es preciso tener cuidado con los torbellinos, pozos y corrientes. En caso de verse arrastrado por una corriente, no hay que nadar contra ella, sino paralelamente a la costa y, una vez fuera de la corriente, nadar directamente hacia la orilla o salir andando si se hace pie. En caso de necesitar ayuda, se debe levantar un brazo completamente estirado.
Se desaconseja el baño si se ha comido o bebido en exceso, si se ha estado largo rato al sol y el agua está muy fría, si el bañista se encuentra mal físicamente por cansancio o enfermedad, o cuando hay tormenta, especialmente con aparato eléctrico. Es preciso salir del agua cuando se sientan escalofríos persistentes, picores en el vientre o brazos, vértigo o zumbido en los oídos, y fatiga o malestar.
Si se ve a alguien con dificultades en el agua, hay que dar la voz de alarma rápidamente y colaborar en la medida de lo posible. Así, si se puede, se debe lanzar una cuerda o flotador, no perder de vista a la persona en dificultades e intentar alcanzarle sin perder contacto con la orilla, por ejemplo, formando una cadena humana.
