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Las empresas Schneider Electric y Agedna-La Atalaya, galardonadas con el Premio Navarro a la Excelencia
jueves, 13 de noviembre de 2003Las empresas Shneider Electric, S.A, (dedicada a la fabricación de material no eléctrico) y Agedna-La Atalaya centro de Tudela (empresa de servicios a personas discapacitadas) han recibido esta tarde los galardones que les acreditan como ganadoras del Premio Navarro a la Excelencia 2003, en las categorías grandes empresas y PYMES, respectivamente. Estos premios se han entregado en el Baluarte de Pamplona, en el transcurso de un acto al que han asistido 500 invitados y que ha estado presidido por el Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma.
La empresa Schneider Electric, Premio Navarro en categoría grandes empresas.
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El Premio Navarro a la Excelencia, acto central de los actos organizados por la Fundación Navarra para la Calidad con motivo del Día Navarro de la Calidad 2003, se ha incorporado en esta tercera edición por primera vez al sistema de reconocimiento EFQM (European Foundation for Quality Management), sello de excelencia oficial para toda Europa que por primera vez se aplica en España. Este año, 18 de las 21 entidades que se presentaron al Premio han recibido el sello europeo otorgado por las certificadoras homologas AENOR, Bureau Veritas, Lloyd's, SGS y Tüv Rheinland.
En su intervención, el Presidente Sanz ha señalado que "desde que en 1999 el Gobierno de Navarra gestó la creación de la Fundación Navarra para la Calidad, la Administración ha tratado de consolidar la creciente sensibilidad por las certificaciones y por plantear nuevos retos en el ámbito de la homologación. De hecho, las nuevas exigencias en los procesos de auditoría coinciden con el compromiso del Gobierno Foral para que las empresas validen su actividad con los modelos más punteros de nuestro entorno".
Agedna ha recibido el Premio en categoría PYMES.
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En este sentido, el Presidente del Gobierno de Navarra ha matizado que "la apuesta por la calidad no debe contemplarse como un mero cumplimiento de las normativas de los poderes públicos, sino como un paso necesario hacia la mejora continua y la competitividad. La cultura de la calidad debe configurarse como un aspecto estratégico de la actividad económica en cualquiera de sus sectores y sea cual fuere el tamaño de las empresas".
Los 18 diplomas que se han entregado esta tarde son de bronce y de plata. El sello de bronce se concede a las entidades que demuestren haber aplicado la metodología de autoevaluación EFQM y, como consecuencia de ello, hayan implantado eficazmente dos acciones de mejora con una puntuación de entre 200 y 400 puntos. Por su parte, el sello de plata se concede a las entidades que presentan una memoria respondiendo a los criterios del modelo EFQM y a quien un equipo evaluador externo concede entre 401 y 500 puntos.
Asimismo, durante este acto se ha tenido un reconocimiento especial para las 177 entidades navarras que han conseguido por primera vez este año 2003 los certificados de calidad ISO (ver listado).
El acto se ha completado con una lección magistral que ha llevado por título "EFQM: modelo de gestión para el siglo XXI", impartida por Belén Kortabarría, gerente de negocio de la división de cocción de la empresa Fagor Electrodomésticos, finalista del Premio Europeo EFQM 2003.
Las entidades que han obtendio el sello europeo de calidad
En total, 18 entidades han implantado este año el modelo EFQM, de las cuales 14 han conseguido el sello de bronce y 4 el sello de planta. De estas 18 entidades, 6 son entidades educativas; 4 son empresas industriales; 2 son empresas de servicios informáticos; 2 son ONGs; y el resto son una empresa de servicios, un Ayuntamiento, una entidad bancaria y una empresa de servicios asistenciales.
Para conocer las entidades que han obtenido el sello europeo, pulse aquí.
El sello europeo EFQM se creó en 1987 por 12 multinacionales europeas bajo los auspicios de la Unión Europea con el objetivo de definir un modelo que lleve a las organizaciones hacia la calidad total de su operativa. Sus criterios deben ser evaluados mediante notas parciales, cuya suma indique el grado de avance hacia el máximo de 1.000 puntos (la llamada Excelencia). Así, según estos criterios una organización debe perseguir la excelencia tanto en resultados, como en agentes internos.
En el apartado de resultados se busca dar satisfacción a los accionistas, a los empleados, a los clientes y a la sociedad en la que está físicamente establecida. Pero para que estos resultados sean viable a medio plazo, la organización debe tener una estructura interna que asegure su futuro. Es decir, tienen que funcionarle bien los agentes internos, tales como un eficaz y coherente liderazgo, equipo humano, política/estrategia, recursos y un proceso adecuado.
