(ir al contenido)

Logotipo navarra.es

Castellano | Euskara | Français | English

Herramientas para el contenido

Compártelo

  • Meneame
  • Delicious
  • Twitter
  • Google
  • Facebook

Ver más noticias de este día

Salud dedica a la osteoporosis el suplemento de la revista científica "Anales del sistema sanitario de Navarra"

lunes, 19 de enero de 2004

El Departamento de Salud ha editado recientemente el número 26 de la revista científica "Anales del sistema sanitario de Navarra", dedicando un suplemento monográfico a la osteoporosis, "enfermedad sistémica del esqueleto caracterizada por una baja masa ósea y un deterioro de la microarquitectura, que comporta un aumento de la fragilidad del hueso y el incremento del riesgo de fracturas."


Portada de la publicación. ( ampliar imagen )

Se trata, como señala Mª Teresa Hermoso de Mendoza, médico de Atención Primaria del Centro de Salud Azpilagaña, "de la enfermedad más prevalente del sistema óseo y, dado el envejecimiento demográfico, también de "la epidemia silenciosa del siglo XXI". Silenciosa en su desarrollo pero contundente en sus consecuencias clínicas, ya que las fracturas osteoporóticas deterioran notablemente la calidad de vida de los pacientes, impactan en su mortalidad y conllevan un gasto muy importante al sistema sanitario".


A ello se añade -afirma esta especialista- que aunque se dispone de nuevas opciones terapéuticas eficaces, la osteoporosis continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada e infratratada, que plantea limitaciones en su abordaje, controversias en su evaluación y una polémica relación coste/efectividad en las terapias.

La publicación, de 125 páginas, introduce aportaciones de autores de diferentes áreas asistenciales, y sintetiza el estado de la cuestión con un enfoque práctico y aplicable al ejercicio clínico habitual.




Los contenidos

Para poder servir de soporte y protección de las partes blandas, sustento del movimiento y anclaje de los músculos, reservorio de minerales y almacén interactivo de la médula ósea, el hueso debe mantener su calidad, concepto en el que se integran tanto su grado de mineralización, como la microarquitectura y la capacidad de restaurar las lesiones. El primer artículo titulado "Fisiología y fisiopatología ósea" revisa las funciones de los huesos en el curso de la enfermedad y las modificaciones que éstas sufren por su causa, subrayando la importancia de la calidad del hueso y de su densidad mineral como principales factores de riesgo de fracturas.



Otros artículos analizan aspectos como las técnicas de medida de densidad de la masa ósea; las pautas de sospecha o de su identificación diagnóstica, dada su escasa expresividad clínica hasta que no se producen las complicaciones; se examina la osteoporosis secundaria, causada por patologías o medicaciones distintas a la etapa postmenopáusica o envejecimiento; la osteoporosis inducida por glucocorticoides; los factores preventivos y nutricionales; la utilización de fármacos; y el papel de la terapia hormonal sustitutiva en la prevención y tratamiento.



Factores preventivos y nutricionales de la osteoporosis



La osteoporosis produce una reducción de la matriz proteica y mineral del hueso, que puede ser prevenida con hábitos de alimentación y con el estilo de vida.



Es fundamental, por ejemplo, la adquisición de masa ósea en la infancia y adolescencia, realizando una cantidad razonable de actividad física, una exposición mínima a la luz solar y un alto consumo de calcio procedente de los lácteos. Influyen en su aparición, asimismo, la falta de vitamina D, el tabaquismo y el consumo abusivo de alcohol, las pérdidas intensas de peso y las dietas muy hipocalóricas, el sedentarismo y el ejercicio excesivo.



El calcio y el fósforo son probablemente los nutrientes más estudiados en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. En peso, el calcio representa el 40% del mineral óseo, y el fósforo el 60%. En una alimentación variada la absorción del calcio es sólo del 30% de lo ingerido, por lo que se precisan 1.100 mg/día para absorber 200 mg. En la menopausia, además, la absorción se reduce y las pérdidas renales de calcio aumentan. El mejor absorbido es el calcio solubilizado, lo que ocurre en la leche, especialmente cuando se toma con las comidas y no con el estómago vacío.



Los fosfatos, por su parte, están muy repartidos en la alimentación. Las recomendaciones de fósforo son de unos 700-800 mg/día en adultos, pero se elevan a unos 1.200 mg/día en la adolescencia, ya que el fósforo es necesario en periodos de rápido crecimiento óseo. Algunos alimentos, como los refrescos de cola, tienen enormes cantidades de fósforo.



Los bajos consumos de proteínas afectan también a la enfermedad, ya que se acompañan habitualmente de menor masa muscular y ósea, si bien muy altas ingestas proteicas también podrían provocar la reducción de masa ósea.



La vitamina D es una sustancia liposoluble, sensible a la oxidación, la luz y el calor. Se ha calculado que bastaría con la exposición al sol de cara y brazos durante 15 minutos diarios para obtener vitamina D suficiente, por lo que es dudoso que esta sustancia necesite aportarse en los alimentos. Si la necesitarán, sin embargo, las personas institucionalizadas o enclaustradas, y los ciudadanos de los países del norte de Europa y de América, en los que se detectan deficiencias de esta sustancia en el 9% de la población.



La actividad física y el deporte son también imprescindibles para la salud de los huesos. Es bien conocido que el encamamiento prolongado acelera la descalcificación de personas, en tanto que el movimiento contra la gravedad supondría un importante estímulo de la osificación. No obstante, el ejercicio excesivo, especialmente en mujeres, es capaz de provocar modificaciones en la composición corporal y en el sistema hormonal reproductivo. La escasa masa grasa y la falta de menstruación prolongada están implicadas en la menor masa ósea de chicas jóvenes deportistas o bailarinas. Tanto la inactividad total como el deporte de competición influyen negativamente.



Otros factores cooperan también a la prevención, como evitar el consumo exceso de sal y sodio, moderar el alcohol y el tabaco que acelera la velocidad de pérdida ósea, y evitar el café y la cafeína ya que incrementan la eliminación urinaria de calcio entre la hora y las tres horas siguientes a su toma.


Gobierno de Navarra

Contacte con nosotros | Accesibilidad | Aviso legal | Mapa web