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Cultura y Turismo autoriza las obras de consolidación del castillo de Villamayor de Monjardín
miércoles, 14 de abril de 2004
El Departamento de Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra ha autorizado, mediante una resolución de la directora general de Patrimonio Histórico, Camino Paredes Giraldo, las obras de consolidación del castillo de Villamayor de Monjardín, con un gasto de 360.000 euros.
El castillo de Monjardín es la denominación moderna que recibe el castillo de San Esteban de Deyo y su existencia está documentado desde 1143, aunque es seguro que existió al menos desde el siglo X. El nombre de Monjardín es tal vez una derivación fonética de "Garcianis", patronímico del monarca pamplonés Sancho Garcés I, que arrebató Deyo a los Banu Qasi. En origen fue un señorío arzobispal cuyo gobierno comprendía las localidades cercanas de Adarreta, Azqueta, Igúzquiza, Labeaga, Luquin, Urbiola y Villamayor. Tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico, el castillo pasó a manos del conde de Lerín, lo que libró al edificio de ser demolido en 1516 y 1521 y permitió que se conservara durante las centurias siguientes. Todavía en las guerras carlistas del XIX fue objeto de nuevas fortificaciones.
Los restos del castillo de Monjardín están declarados bien de interés cultural desde 1985 y forma parte del inventario de arquitectura militar desde 1949. De la fortificación medieval queda el inicio de los muros perimetrales, que definían la plataforma del castillo sobre el roquedo, y el aljibe. Más tarde se alzó en el centro una ermita y, en siglo XIX, se construyeron unas edificaciones con aspecto de fortín en la parte meridional del conjunto.
Los técnicos de la Sección de Patrimonio del Gobierno de Navarra inspeccionaron en dos ocasiones el conjunto arquitectónico entre noviembre y enero pasados. Como conclusión, fijaron los términos en que debe realizarse la consolidación del conjunto. Por lo que se refiere a las construcciones del XIX, debe desescombrarse los efectos del derrumbe habido por causa de las lluvias y demoler lo que ha quedado en pie, pero permanece inestable, lo que exigirá la apertura de un acceso y el levantamiento de andamiajes.
En cuanto al muro perimetral del castillo, es necesario intervenir mediante mechinales para evitar la caída de la mampostería por efecto de filtraciones del agua y luego proceder a la reposición de la manpostería. Todos estos trabajos tienen dificultades por lo escarpado del roquedo, según advierten los técnicos de la Sección de Patrimonio. Las tareas tendrán un seguimiento arqueológico.
