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La Fundación Navarra para la Tutela de Personas Adultas y Cruz Roja Navarra han suscrito un convenio para desarrollar la figura del colaborador tutelar
martes, 25 de mayo de 2004La Fundación Navarra para la Tutela de Personas Adultas, dependiente del Departamento de Bienestar Social, Deporte y Juventud, va a suscribir un convenio con Cruz Roja DE Navarra mediante el que esta institución ejercerá la función de colaborador tutelar en el ámbito de las relaciones sociales de las personas discapacitadas judicialmente, y cuya tutela recae en el Fundación.
El texto ha sido rubricado esta mañana por el presidente de la Fundación Navarra para la Tutela de Personas Adultas, y director-gerente del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, José Luis Alli; y el presidente de Cruz Roja Española en Navarra, José Mª Cuesta, en el transcurso de un acto que ha tenido lugar en la sede de Cruz Roja en Pamplona. Ha asistido también al acto el consejero de Bienestar Social, Deporte y Juventud, José Ignacio Palacios Zuasti.
El objeto del convenio firmado hoy es la colaboración entre ambas instituciones en el ámbito de las relaciones sociales de las personas incapacitadas judicialmente y cuya tutela, curatela o defensa judicial recae en Fundación Navarra para la Tutela de personas Adultas. En virtud de este convenio, Cruz Roja de Navarra ejercerá la función de colaborador tutelar.
En el convenio se indica también que la población objeto de la colaboración de Cruz Roja, se centra en las personas mayores de sesenta años que se encuentren en situación de tutela/curatela o defensa judicial encomendada a la Administración Foral, a través de FNTPA, que residan en Navarra. Además, se podrá ampliar a colectivos de otras edades, previo acuerdo de ambas Instituciones.
La Fundación Navarra para la Tutela de Personas Adultas -FNTPA- fue creada por el Gobierno de Navarra en septiembre de 2001 con el fin de ejercer la tutela, curatela (tutela económica) y defensa judicial de las personas incapacitadas legalmente, residentes en la Comunidad Foral, cuando dichas funciones le sean encomendadas a la Administración Foral por la correspondiente resolución judicial.
FNTPA tiene como principio general promover la sensibilización social para fomentar el respeto a los derechos de las personas mayores de edad con capacidad legal limitada, así como su mayor integración y normalización en la sociedad.
Por otro lado, se reconoce a Cruz Roja de Navarra su estatuto de Organización sin Animo de Lucro y de Interés Público, cuyo objetivo es atender a los colectivos más vulnerables.
El aumento de las personas carentes de familia o que, aún teniéndola no es idónea, y de aquellas que se encuentran desarraigadas social y familiarmente y dispersas geográficamente por toda la Comunidad Foral, han provocado un incremento de las funciones tutelares atribuidas a FNTPA. Por este motivo, se justifica que esta entidad tutelar, en el segundo año de ejercicio, lleve a cabo la inserción social de las personas tuteladas, desde la proximidad de su entorno físico y social, ya que el desempeño de la tutela debe potenciar la capacidad de la persona incapaz en ejercicio de sus derechos.
Ello hace que FNTPA decida la implantación de la figura del colaborador tutelar para cada uno de sus pupilos, sin perjuicio de continuar atendiéndolos tanto en el ámbito personal como en el patrimonial, según los distintos cargos asignados.
Así, se entiende por colaborador tutelar a la persona física que de forma voluntaria y bajo las directrices de la FNTPA participa activamente en la vida de los tutelados-curatelados, introduciéndolos en hábitos normalizados y procurando su inserción social.
Criterios de actuación
Tanto FNTPA como Cruz Roja de Navarra, partiendo de la base de que el incapaz es una persona física, y teniendo en cuanta su discapacidad, acuerdan los siguientes criterios de actuación: el apoyo y protección de los pupilos no significa su anulación como personas, sino el respeto a su dignidad y protección de sus discapacidades; ayudarles a fomentar su autoestima considerándolo una persona interesante y valiosa; y proporcionarle un modelo de comportamiento adecuado.
A través de la figura del colaborar tutelar, FNTPA pretende mejorar la calidad de vida de las personas tuteladas, compensar sus carencias afectivas, evitar su aislamiento y desarraigo social, aumentar su bienestar, y proporcionarles un referente personal próximo.
Así, Fundación Navarra para la Tutela de Personas Adultas se compromete a admitir la colaboración del personal voluntario propuesto por Cruz Roja, siempre que esté debidamente identificado ante la Fundación; a colaborar técnicamente a través del personal cualificado con Cruz Roja en la formación del personal voluntario adscrito a este convenio; a prever y proveer en sus presupuestos para 2004 una línea de financiación de los gastos derivados de la actuación del personal voluntario: desplazamientos, gastos por esparcimiento cultural o deportivo compartido con el tutelado; y a realizar un protocolo de actuación en el que se establezca un sistema de coordinación estable con el departamento de servicios sociales de Cruz Roja, a través del cual se gestionará la labor del personal voluntario. Asimismo, la Fundación transmitirá a Cruz Roja el tipo de colaboración que solicita, en el caso de que concurrieran circunstancias especiales que debieran ser conocidas para el mejor desenvolvimiento del personal voluntario.
Por su parte, Cruz Roja de Navarra se compromete a desarrollar conjuntamente un protocolo de actuación en el que se establezca un sistema de coordinación estable con la FNTPA; a gestionar, a través de su departamento de Servicios Sociales, la intervención del personal voluntario de Cruz Roja en esta colaboración; y a destinar al menos a un trabajador social de Cruz Roja, asignado al Programa de Personas Mayores, para formar parte de esta estructura de coordinación. Además, Cruz Roja de Navarra formará a sus voluntarios incidiendo en las habilidades necesarias para manejar la relación de ayuda con personas incapacitada; supervisará la actuación del voluntariado y elaborar los informes pertinentes. También exigirá al personal voluntario respetar el código deontológico y aplicar el secreto profesional en todas sus intervenciones, así como no interferir entre el tutelado y su tutor y/o familiares.
