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Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Pamplona firman dos convenios en materia de empleo social y de servicios de atención a domicilio

miércoles, 25 de agosto de 2004

El Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona han suscrito dos convenios de Empleo Social Protegido y financiación conjunta de los Servicios de Atención a Domicilio. Estos convenios han sido firmados por el director gerente del Instituto Navarro de Bienestar Social, José Luis Alli; y por la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, en un acto que ha tenido lugar esta mañana en el Palacio de Navarra, y que ha sido presidido por el consejero de Bienestar Social, Deporte y Juventud, José Ignacio Palacios.


Durante el pasado año 4.119 personas recibieron atención domiciliaria.

En virtud de este convenio, el Gobierno de Navarra, a través del Instituto Navarro de Bienestar Social, contribuirá con 1.417.457 euros a la financiación del Servicio de Atención a Domicilio -SAD- que lleva a cabo el Area de Servicios Sociales y Mujer del Ayuntamiento de Pamplona. Esta cantidad constituye el 38'5% del total previsto para 2004, estimado por el Ayuntamiento en 3.680.273 euros.


El SAD se dirige a personas que, debido a su avanzada edad, a su discapacidad o a su falta de salud, ven reducida su capacidad de valerse por sí mismas. La ayuda prestada en el propio domicilio les permite continuar viviendo en su entorno familiar y social, sin recurrir al ingreso en una residencia.


El convenio incluye el conjunto de dispositivos de ayuda que integra el SAD, agrupados en tres apartados. El primero de ellos se centra en las prestaciones básicas del servicio, entre las que destacan la atención e higiene personal, la realización de labores domésticas, la prevención del aislamiento social y la promoción de la autonomía personal. El segundo incluye las prestaciones complementarias, tales como el servicio diario de comidas elaboradas a domicilio, el lavado y planchado de ropa y el acompañamiento en el domicilio y en las salidas de éste. Por último, la atención se completa con un servicio de urgencias y de atención a necesidades especiales.


El SAD municipal atenderá, como se viene haciendo en todos los Servicios Sociales de Base, a las personas cuyas necesidades de cuidados no superen las diez horas semanales. Para los casos en que se precisan más horas de atención, el Instituto Navarro de Bienestar Social concede ayudas económicas a las familias con el fin de que éstas contraten a la persona que presta los cuidados.


Durante el pasado año 2003, un total de 4.119 personas recibieron ayuda a domicilio de los Servicios Sociales de Base en toda la Comunidad Foral durante 2003. El Instituto Navarro de Bienestar Social contribuyó con 4.160.229 euros a la financiación de este programa, gestionado por los entes locales.


Además, 1.694 hogares recibieron ayudas económicas del Instituto Navarro de Bienestar Social para el pago de la atención domiciliaria que las familias contratan de modo privado. El importe total de estas ayudas en 2003 ascendió a 6.843.454 euros. Casi 400 de estas ayudas del Instituto Navarro de Bienestar Social se destinaron a hogares de Pamplona. Las personas atendidas directamente por el programa municipal del Ayuntamiento de Pamplona fueron 1.582. El Área de Servicios Sociales destinó 3.283.403 euros a este programa.


Entre ambas modalidades (atención directa de los servicios municipales y atención mediante ayuda económica del Instituto Navarro de Bienestar Social) fueron 1.966 personas las que recibieron atención a domicilio en Pamplona. La gran mayoría de ellas son personas mayores, por lo que la cobertura de este recurso en Pamplona se sitúa en casi un 6% de las personas mayores de 65 años.


El Convenio suscrito entre Instituto Navarro de Bienestar Social y Ayuntamiento prevé para 2004 un aumento de un 8% en el numero total de horas de atención prestadas, lo que permitirá ampliar el número de personas atendidas.


El programa de Empleo Social Protegido en Pamplona


El convenio suscrito por el Gobierno de Navarra, a través del Instituto Navarro de Bienestar Social, y el Ayuntamiento de Pamplona para desarrollar el programa de Empleo Social Protegido prevé un coste total de 2.930.736 euros para el año 2004, de los que 1.276.566 € serán subvencionados por el Instituto Navarro de Bienestar Social, en función del número de plazas efectivamente cubiertas a lo largo del año.


Para este año 2004 existen cien plazas de peón y una de oficial de segunda, con una jornada de treinta plazas semanales. Las actividades a realizar son las siguientes: pintura de interiores y mobiliario urbano, obras (pasos rebajados, obras y arreglo de viviendas), restauración y conservación de murallas, soldadura, trabajos en el río Arga y jardinería, tapicería y confección industrial y limpiezas y conserjerías. Además, se incluyen encuadernación y serigrafía, trabajos para mayores de 52 años y trabajos en el vivero municipal.


Las actividades de promoción son acompañamiento y educación individualizada y grupal para adaptación al medio y adquisición de hábitos de trabajos. Para promocionar el programa se celebrará una jornada bajo el título "Empleo social como recurso de incorporación sociolaboral", y un estudio y evolución del programa durante los últimos cinco años.


Las actividades de formación previstas se centran en la desarrollar la parte teórico-práctica de los diferentes proyectos laborales concretos: albañilería (pasos rebajados, obras, murallas), ríos y jardines, pintura, tapicería, encuadernación y serigrafía, y limpiezas y conserjerías; otra área de habilidades sociales y búsqueda activa de empleo, y capacitación de formadores.


El equipo responsable de llevar a cabo el programa está integrado por un coordinador, un trabajador social, una arquitecta técnica, cuatro educadoras en salud mental, una administrativa, un técnico en prevención, veinte oficiales de primera, y siete encargados.


El Empleo Social Protegido: la incorporación sociolaboral de las personas excluidas


La mayoría de las veces, estar excluido es padecer un cúmulo de problemas y barreras que dificultan el acceso a los bienes de los que goza el resto de la población. Las dificultades no son sólo económicas, aunque éstas juegan un importante papel. En la lucha contra la exclusión social en Navarra, la Renta Básica es un instrumento fundamental, por cuanto constituye una garantía de unos mínimos ingresos para las familias más desfavorecidas.


Tanto el Plan de Lucha contra la Exclusión Social en Navarra como la Ley Foral 9/1999 para una Carta de Derechos Sociales, que define la Renta Básica, insisten en que ésta sea algo más que un ingreso mensual. Se pretende que sea un instrumento real para la incorporación social y ésta, la mayoría de las veces, requiere también una incorporación laboral. Así, los dispositivos para facilitar el acceso al trabajo constituyen herramientas de primer orden en la lucha contra la exclusión social. La incorporación laboral se configura como uno de los instrumentos de más relevancia para lograr la plena integración social. No solo proporciona ocupación, protagonismo social y relaciones interpersonales, sino que es la fuente principal de ingresos y facilita, por tanto, el acceso a buena parte de los bienes sociales.


El Empleo Social Protegido es un dispositivo para la incorporación laboral de las personas con más dificultades. El Decreto Foral 130/1999, que regula ayudas económicas para programas de incorporación sociolaboral de las personas excluidas, establece subvenciones para apoyar proyectos promovidos por Entidades Locales y entidades sin ánimo de lucro. Estos proyectos tienen una doble función. Por un lado, deben tener un interés colectivo, desde arreglos en el entorno urbano o conservación del medio ambiente hasta algunos apoyos en el cuidado de personas ancianas. Además, las personas contratadas reciben, a cambio de su trabajo, no sólo una remuneración económica y un alta en la seguridad social, sino también una formación que mejore sus posibilidades futuras de empleo.


Las personas contratadas en el Empleo Social Protegido deben encontrarse en situación de exclusión social o en riesgo de estarlo y deben suscribir con el Servicio Social de Base correspondiente un acuerdo de incorporación sociolaboral. En este se prevé como una de las fases de su proceso de incorporación social un periodo de adquisición de habilidades en el mundo laboral. Ese es el objeto de su participación en el Empleo Social Protegido. Además, junto a los conocimientos y habilidades estrictamente laborales, se organizan actividades formativas y de promoción personal que ayuden a los participantes a recuperar la estabilidad personal, a superar posibles conflictos en la convivencia y, en definitiva, a superar su exclusión social.


En 2003 se contrató a 600 personas


En 2003 el Instituto Navarro de Bienestar Social subvencionó 33 proyectos de Empleo Social Protegido, con distinta duración y número de plazas. En total, fueron subvencionados 3.725 meses que se distribuyeron en 367 plazas. El número de personas que realmente participó en el programa se sitúa en torno a 600, puesto que es común que se contrate más de una persona por plaza.


El gasto del Instituto Navarro de Bienestar Social en este programa en 2003 fue de 3.706.706,51 euros. De ellos, 250.338,06 corresponden a proyectos iniciados en 2002 y finalizados en los primeros meses de 2003 y los restantes 3.456.368,45 euros corresponden a proyectos iniciados en el último año. Las entidades locales añaden otras cantidades. Con ellas mejoran el sueldo a percibir por los participantes, elevándolo por encima del Salario Mínimo Interprofesional, contratan más personal de apoyo que trabaje para la incorporación social de las personas empleadas o habilitan infraestructuras necesarias para el desarrollo de las actividades.


Para el año 2004, el Instituto Navarro de Bienestar Social ha concedido subvenciones a 37 entidades por valor de 3.992.961,21 euros. Con ellas se organizarán proyectos para un total de 383 plazas con diversa duración. El total de meses/plaza se eleva a 3.909.


Las características de las personas que acceden al Empleo Social Protegido son variadas. Así existen personas que pasan por un periodo que les pone en riesgo de exclusión social, como mujeres con cargas familiares no compartidas, que han visto rota su pareja por diversos motivos y no cuentan ni con formación ni con experiencia laboral, o trabajadores y trabajadoras mayores que están en paro y precisan un periodo complementario de cotización para acceder a prestaciones de la seguridad social. Existen igualmente personas que, debido a una enfermedad o una discapacidad encuentran dificultades para conseguir un empleo, o personas que padecen enfermedades mentales que limitan sus capacidades laborales. Y acceden también al programa personas que se encuentran en una situación de grave exclusión y que hallan en el programa y en el apoyo de los profesionales que lo llevan a cabo la fuerza necesaria para acometer una profunda transformación de su existencia.


Gobierno de Navarra

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