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El Programa de Detección Precoz de la Sordera Neonatal detecta problemas en 4,59 de cada 1.000 recién nacidos en Navarra
martes, 31 de agosto de 2004Navarra tiene una tasa de sorderas o hipoacusias en recién nacidos del 4,59 por 1.000, de acuerdo a los datos del Programa de Detección Precoz de la Sordera Neonatal, que examina a todos los recién nacidos de la Comunidad Foral desde 1999.
El diagnóstico y tratamiento temprano de la sordera es fundamental si se tiene en cuenta que la audición es imprescindible para un desarrollo adecuado del habla y del lenguaje, y para una buena integración del niño en su entorno familiar y escolar. Una sordera es causa, en muchas ocasiones, de inadaptación o fracaso escolar y de alteraciones del lenguaje.
Este Programa se puso en marcha el 3 de mayo de 1999, inicio su implantación en el Hospital Virgen del Camino -centro que recoge el 70% de los nacimientos de Navarra- y pudo completar su introducción en el resto de hospitales del territorio foral, durante el año 2000.
El programa está dirigido a todos los recién nacidos residentes en la Comunidad Foral, hayan nacido o no en ella. La captación de los niños se realiza de forma activa por parte del personal del programa que verifica diariamente todos los nacimientos que han tenido lugar en las últimas 24 horas. La estrategia adoptada para la detección neonatal de la hipoacusia consiste en realizar un programa de "screening" en fases, combinando dos técnicas: otoemisiones acústicas (OEA), que mediante un sistema a la vez emisor y receptor, identifica si existe respuesta auditiva a un estímulo acústico, y mediante potenciales evocados auditivos (PEA) que se basan en el registro de corrientes bioeléctricas de la vía auditiva tras la presentación de estímulos sonoros. De esta forma, se pretende detectar todas las sorderas congénitas para el tercer mes de vida, a fin de realizar una intervención terapéutica precoz. Hay que añadir, no obstante, que se produce un número importante de sorderas, normalmente transitorias, que se inicia en edades posteriores.
Las cifras de la hipoacusia
La memoria 2003, recoge los datos de los niños nacidos entre el 1 de enero y el 31 de diciembre. Durante el año 2003 se han realizado 6.943 otoemisiones acústicas (OEA) y 116 potenciales evocados auditivos (PEA) en neonatos. De los nacidos en ese año, 14 fueron enviados a realizar estimulación precoz auditiva al Centro Base de Minusvalías del Instituto Navarro de Bienestar Social.
En ese mismo año se adaptaron 22 audioprótesis y se realizó un implante coclear. El implante coclear es un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo, y las transmite al cerebro a través de las fibras nerviosas auditivas. Esta intervención es de gran utilidad en algunos tipos concretos de sordera, en los que hay lesión de estructuras encargadas de generar de forma natural dicho estímulo.
La participación de los recién nacidos en la ejecución de la primera OEA en 2003 fue de 99,5%. La participación en la segunda y tercera OEA fue, respectivamente, de 95,7% y 90,4%.
La primera OEA ha permitido descartar hipocausia en el 85,4% de los recién nacidos. Al 14,6% restante ha sido necesario repetir una segunda, y al 33,1 de éstas, una tercera OEA. El 2,3% no ha superado ninguna de las tres OEA, por lo que fueron enviados para su confirmación diagnóstica con potenciales evocados auditivos (PEA).
En cuanto a los resultados obtenidos de esta confirmación, de los 115 PEA diagnósticos realizados, el 23,4% ha sido patológico. Por su parte, de las 27 hipoacusias detectadas durante el 2003, algo más de la mitad (55,5% corresponden a hipoacusias moderadas (umbrales auditivos entre 50 y 69 decibelios), siendo las graves-profundas (umbrales auditivos iguales o superiores a 70 decibelios) las que ocupan el segundo lugar en frecuencia (33,7%). Las hipoacusias leves (umbrales inferiores a 50 decibelios) suponen el 11,1% del total de hipoacusias detectadas.
En relación a la existencia de sordera en uno o los dos oídos, el 51,6% ha resultado ser bilateral.
