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El Departamento de Cultura y Turismo restaura el retablo tardogótico de la Visitación, en Los Arcos

jueves, 07 de octubre de 2004

El retablo de la Visitación, en la localidad de Los Arcos, ha sido restaurado con fondos aportados por el Departamento de Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra. Las obras se han desarrollado entre los meses de julio y septiembre de 2004 y han tenido un coste de 15.100 euros. El próximo sábado, 9 de octubre, los técnicos de la empresa ARTRÉS S.L., encargada de la restauración, ofrecerán una charla explicativa del proyecto. El acto tendrá lugar en la iglesia de Santa María, donde se ubica el retablo.


Detalle del deterioro del retablo. ( ampliar imagen )


El retablo de la Visitación es una obra mixta de pintura y escultura, de tipo aragonés y las tallas cobijadas en la hornacina central son de estilo tardogótico, como las pinturas sobre tabla que contiene. La estructura es de un banco dividido seis paneles y cuerpo único de tres calles, la central algo más elevada, con doseletes de rica tracería gótica calada. Un guardapolvo muy decorado encuadra el conjunto y otro dosel corona la calle central en la que aparece el grupo escultórico titular de la Visitación: la Virgen y Santa Isabel, y encima, una bella representación de San Blas sedente. En el banco aparecen pintados de medio cuerpo profetas y patriarcas y en el cuerpo, cuatro escenas de la vida de la Virgen: Anunciación, Natividad, Epifanía, Circuncisión.

La obra data de principios del siglo XVI y presidía la capilla de los Eulate, levantada también hacia 1500 y situada a los pies de la iglesia. No hay referencias documentales de este retablo que algunos historiadores atribuyen al círculo de Pedro Díaz de Oviedo y la relacionan con otros retablos de Tarazona y su comarca. Fue declarado bien de interés cultural en marzo de 1999.




Detalle de la restauración de la policromía. ( ampliar imagen )

El retablo se limpió y restauró en 1956 con la colaboración con el Museo del Prado. En 1991 se trasladó desde su capilla originaria hasta la zona que hoy ocupa. La restauración que se ha llevado ahora a cabo ha venido motivada por el gran deterioro de la policromía de las tallas, y la apertura de grietas en las tablas, a causa de la proximidad de la salida de aire caliente de la calefacción y la alteración de las condiciones medioambientales producidas por su traslado desde su emplazamiento original. Los trabajos se han llevado a cabo sobre el terreno para lo que fue imprescindible instalar un taller en un área cerrada del templo, que ha permitido que éste permaneciera abierto al culto durante las obras de intervención.

La restauración ha supuesto una modificación de la salida de aire caliente desde el suelo para que no incidiera en el retablo y la colocación de una barrera protectora del contacto físico de las personas. Por lo demás, se han fijado y consolidado los materiales de la obra y se ha conservado su calidad estética, sin ocultar las huellas dejadas por el paso del tiempo.





Primero, se tomaron para su análisis muestras de los materiales del retablo (tipos de madera, composición de los pigmentos y aglutinantes, calidad de las láminas de oro, antigüedad de los repintes, etcétera). Esta información, además de servir para la restauración, es importante para el mejor conocimiento histórico del arte religioso en Navarra. Luego, se consolidó la madera en los puntos donde era necesario, se reconstruyeron las partes significativas que habían desaparecido, y se reparó el sistema de anclaje de la estructura.





La limpieza química y la fijación de las capas de dorado y policromía constituyeron la parte más laboriosa porque se hacía necesario respetar los lacados verdes y rojos, muy sensibles al proceso de limpieza, que aparecían bajo la capa de suciedad. Después, se llevó a cabo el estucado y reintegración cromática mediante regattino, técnica de fino rayado que sugiere el color de la zona donde estaba la falta pero permite distinguir la observador la parte original de la restaurada. Por último, se aplicó una capa de barnizado para garantizar la duración de la obra y un tratamiento desinsectante.





La restauración material se acompaña de una exhaustiva documentación, gráfica y literaria, de todas las fases del proceso y sus resultados, que formará parte del acervo de la Historia del Arte navarro.


Gobierno de Navarra

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