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Navarra tiene tasas de mortalidad inferiores para todos los grandes grupos de enfermedades
miércoles, 27 de octubre de 2004De acuerdo con el último informe de Salud Pública, en el quinquenio 1997-2001, la esperanza de vida al nacer fue de 84 años en las mujeres y de 77 años en los hombres de Navarra, situándose entre las más altas de las descritas en los países industrializados. Además, en todos los grupos de edad, y en todos los grandes grupos de enfermedades, las tasas de mortalidad de su población son más bajas que las registradas en España.
La mortalidad por enfermedades circulatorias, tumores, enfermedades respiratorias, enfermedades digestivas y las causas externas (muertes debidas a causas exógenas no atribuibles al estado de salud del individuo, como accidentes de circulación domésticos, laborales, etc) han sido las principales responsables de la mortalidad en ambos sexos en el periodo 1997-2001. No obstante, se aprecia una reducción de las tasas de mortalidad que estas enfermedades vienen produciendo, así como un importante descenso de la mortalidad infantil, que se sitúa en torno a 3,6 muertes por 1.000 en el periodo 1977-2001, frente a 7,7 en el periodo de 1991-96.
Entre los hombres, los tumores ocupan la primera causa de muerte, posición que antes habían ocupado las enfermedades circulatorias. No obstante, entre los varones, la mortalidad por tumores descendió un 5% y la mortalidad por enfermedades circulatorias un 14% en la década de los 90. Las tasas de mortalidad por causas externas y por enfermedades respiratorias han permanecido, sin embargo, bastante estables en los últimos años.
Por su parte, entre las mujeres navarras, la mortalidad por enfermedades circulatorias continúa ocupando la primera posición, seguida, por este orden, de los tumores, las enfermedades respiratorias y las del sistema nervioso. Como ocurre entre los varones, han descendido también para ellas las tasas de mortalidad por enfermedades circulatorias y las de mortalidad por cáncer, y si se comparan las tasas de Navarra con las de España, se constata que la mortalidad por enfermedades circulatorias es bastante más baja en esta Comunidad, en casi un 20%. Para el resto de causas, las diferencias son mucho menos llamativas, y en concreto para la segunda causa de muerte, la mortalidad por cáncer, las tasas son prácticamente idénticas.
Algunas tendencias destacables por grupos de enfermedades
Si descendemos individualmente a cada grupo de enfermedad, se aprecia una fuerte reducción de la mortalidad por sida, debido a los tratamientos antirretrovirales más eficaces, que ha incidido de manera significativa en la reducción de las tasas de mortalidad de los jóvenes de 25-a 35 años.
Se producen bajas tasas de mortalidad, también, por enfermedades circulatorias en ambos sexos en Navarra (un 34,2%), en comparación a la mortalidad media registrada en España (un 5% más bajas en hombres y un 19% entre las mujeres). Las menores tasas se observan tanto en la mortalidad por isquemia cardiaca, como por enfermedades cerebrovasculares o por insuficiencia cardiaca.
Por su parte, en el periodo 1997-2001, las muertes por cáncer representaban en su conjunto el 32,3% del total en los varones y el 22,5% en las mujeres. La tasa de los varones es un 4% más baja que la de España. Cabe destacar, además, que se ha producido un descenso de la mortalidad por esta causa en los últimos años, especialmente en las debidas a la mayoría de las localizaciones tumorales del aparato digestivo -excepto las de cáncer de páncreas-, destacando la importante reducción de la mortalidad producida por cáncer de estómago, en los últimos años.
En cuanto a las mujeres, la tasa de mortalidad por cáncer en Navarra se encuentra entre las más bajas de Europa (mientras que los varones presentan una mortalidad similar a la registrada en la Unión Europea). La mortalidad por cáncer de mama, que hasta mediados de los 90 presentaba una tendencia ascendente, muestra un cambio de tendencia a finales de década.
Cabe destacar también que el cáncer de pulmón ha sido el tumor que mayor tasa de mortalidad ha presentado entre los varones navarros a lo largo de la década de los 90, e incidir en el fuerte incremento de la mortalidad por cáncer de pulmón entre las mujeres (43% de la mortalidad). Finalmente, ha continuado en la década de los 90 el descenso de la mortalidad por cirrosis en Navarra.
