El consejero de Cultura y Turismo ofreció una conferencia sobre la lengua española en la Bolsa de Comercio de Rosario (Argentina)
viernes, 19 de noviembre de 2004Juan Ramón Corpas subrayó la importancia del lenguaje y explicó el origen del castellano
El consejero Corpas, en un momento de la conferencia.
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El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, ofreció en la Sala Auditórium de la Bolsa de Comercio de Rosario, y en el contexto del III Congreso de la Lengua Española, una conferencia con el título "De lo local a lo universal o la construcción de la lengua española como casa común". El consejero inició su disertación explicando lo intrínsecamente humano del lenguaje: "No sabemos donde empieza el mal -dijo Corpas-, si en las palabras o en las cosas, pero cuando las palabras se corrompen y los significados se vuelven inciertos, el sentido de nuestros actos y de nuestras obras también es inseguro. Las cosas se apoyan en sus nombres y viceversa. Toda crítica filosófica se inicia con un análisis del lenguaje. Y toda filosofía depende de su fatal sujeción a las palabras. Pues el hombre es inseparable de las palabras. Sin ellas, es inasible. Es un ser de palabras".
"No hay pensamiento sin lenguaje" –diría luego-. Y añadiría: "todo aprendizaje se abre como enseñanza de los verdaderos nombres de las cosas. Las palabras no viven fuera de nosotros. Somos su mundo y ellas el nuestro."
Corpas abordó posteriormente en detalle la historia que decide los destinos del castellano, desde el año 218 a de C, cuando "Los Escipiones desembarcan en Ampurias y abren la gran aventura de la que vendrá a ser nuestra lengua hasta nuestros días; la historia del enorme caudal de préstamos que dejaron sobre ella los vascones o las lenguas indígenas; las aportaciones que le proporcionó Grecia a través de Roma; la historia de las ramificaciones del latín vulgar que darán lugar a las lenguas romances; la de las penetraciones visigodas, los celtismos, los helenismos traídos por la Iglesia, las huellas toponímicas y los sufijos visigodos, las palabras de raigambre germánica o las cuatro mil voces árabes".
El consejero pasó luego a analizar los primeros textos de romance hispánico, y la historia de la literatura de España y Latinoamérica, como consagración del idioma castellano.