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Mensaje navideño del Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma martes, 21 de diciembre de 2004
Con frecuencia, cuando estamos haciendo algo aunque no lo hayamos terminado, nos gusta mirar atrás y comprobar las tareas realizadas, el camino recorrido, las páginas leídas, las lecciones estudiadas, para saber en todo momento dónde estamos, para celebrar lo que hemos hecho y para tomar fuerzas ante lo que aún nos aguarda.
El Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma.
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Así, cuando estamos ya en el último repecho de esa montaña que forman los días de cada año, permitidme que os invite a través de las cámaras y los micrófonos de los medios de comunicación, a mirar el paisaje del año que se acaba y a pensar en las tareas de compromiso y de ilusión que nos aguardan en el año que empieza la próxima semana.
2004 ha sido en España un año marcado por la tragedia madrileña del 11 de marzo. La conmoción y el estupor de aquellos días nos ha impregnado de un dolor duradero. Con el poeta Ángel González podríamos decir también nosotros de este 2004: “De esa forma dejamos aquel año, sórdido recinto manchado de recuerdos derribados”. Las proporciones del ataque terrorista, desconocidas hasta entonces, nos deben hacer reflexionar sobre la importancia y la responsabilidad que tenemos que asumir los políticos para trabajar todos unidos en la búsqueda de soluciones a los graves problemas derivados del terrorismo. En estos meses hemos asistido además a dos hechos importantes relacionados con la lucha antiterrorista. Por un lado el descabezamiento de la cúpula etarra gracias a una eficaz acción policial y a una leal colaboración entre Francia y España y por otro a la atención general, respetuosa y sobrecogida a las víctimas.
La colaboración ciudadana, la opinión pública, el trabajo permanente de las fuerzas de seguridad van colocando a cada uno en su sitio, a los asesinos ante los tribunales de justicia y a las víctimas al amparo de toda la sociedad, con sus gobernantes al frente.
Durante este año en Navarra hemos conseguido mantener un Gobierno que ofrece cohesión, trabajo, firmeza, convicción, ideas, en definitiva un Gobierno al servicio de los ciudadanos, sometido al control parlamentario y abierto a la búsqueda de soluciones a través del diálogo.
Ya veis como avanza el Canal de Navarra, que va a ser uno de los importantes ejes de desarrollo de nuestra Comunidad en los próximos años.
Hemos sacado adelante una nueva Ley de Vivienda, adaptada a las necesidades actuales, que será un instrumento eficaz que va a contribuir a que se vean satisfechas las aspiraciones de muchas familias, con prioridades específicas para las víctimas del terrorismo y mujeres que padecen violencia doméstica.
El nuevo campus de la Universidad Pública en Tudela es ya una realidad.
Está ya aplicándose el Tercer Plan de Empleo, especialmente enfocado a mujeres, jóvenes y emigrantes y que junto al esfuerzo de sindicados, empresarios y trabajadores, posibilitará que Navarra alcance el pleno empleo de calidad en los próximos años.
Se está empezando a construir el nuevo taller de pintura de Volkswagen que afianzará las inversiones del grupo alemán en nuestra Comunidad y consolidará uno de los pilares de la industria y economía de Navarra.
La fuerte apuesta que hemos hecho en I+D+I nos ha colocado como una de las regiones más desarrolladas de España. El Gobierno va a seguir haciendo esfuerzos en este campo, que es un vector clave para garantizar la competitividad, el empleo de calidad y evitar las deslocalizaciones.
Avanzan a buen paso las autovías hacia Huesca y hacia la Rioja, donde se ha podido abrir la variante de Puente la Reina.
En el terreno de la investigación científica, que es ese componente fundamental de las sociedades avanzadas, se han abierto dos centros punteros. El centro para la Investigación Médica Aplicada en la Universidad de Navarra y el Centro Nacional de Energías Renovables.
Se ha empezado a aplicar el Programa Integral de atención a los enfermos mentales para intentar solventar los problemas que padecen estos pacientes y sus familias.
Tenemos cerca la celebración del Quinto Centenario del nacimiento de San Francisco Javier, navarro universal en cuyo lugar de origen el Gobierno está llevando a cabo una importante labor en obras de infraestructura que servirán para dar realce a los numerosos actos que comenzarán a finales del 2005 y con los que recordaremos tan importante acontecimiento.
El año que viene, en fin, va a estar marcado en el aspecto cultural por el 400 aniversario de la publicación de El Quijote. Leer, o volver a leer, esa cumbre de la literatura universal además de ocasión de deleite puede ser motivo de reflexión en muchos aspectos de nuestra vida colectiva y particular.
Ojalá que podamos decir dentro de doce meses que estamos más cerca de aquella Edad de Oro de que habló Don Quijote a los cabreros, aquella en la que la virtud y la bondad imperaban en el mundo. Y ojalá también que no nos abandone, como gobernantes, ese espíritu quijotesco que nos lleva a enfrentarnos a la injusticia en cualquiera de sus formas por defender el bienestar y la libertad de los ciudadanos.
Deseo de todo corazón que cada uno de vosotros podáis celebrar estos días de fiesta con alegría, con regocijo y con buen sentido. Y sin olvidar que si estamos un poco atentos y bien dispuestos, abiertos a nuestros vecinos, podremos contribuir a ese imperio de la bondad y de la virtud tan quijotesco.
Feliz Navidad y Feliz Año 2005 para todos.
Zorionak eta urte berri on.
