(ir al contenido)

Logotipo navarra.es

Castellano | Euskara | Français | English

Herramientas para el contenido

Compártelo

  • Meneame
  • Delicious
  • Twitter
  • Google
  • Facebook

Ver más noticias de este día

La mortandad inducida por los parques eólicos supone un 0,22% de las aves que vuelan en las zonas de implantación

viernes, 14 de enero de 2005

Según un estudio del Gobierno de Navarra realizado en 2000 y 2001


Imagen de un parque eólico

Imagen de un parque eólico

El Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda ha dado a conocer esta mañana los datos de un estudio que realizó en 2000 y 2001 sobre la mortandad de aves inducida por los parques eólicos navarros, que demuestra que los aerogeneradores provocan anualmente un 0,22% de mortandad entre las aves que vuelan en las zonas de implantación.


El Departamento, ante las noticias alarmistas recientemente aparecidas en los medios de comunicación al respecto, también quiere explicar a los ciudadanos las medidas preventivas de obligado cumplimiento que estas instalaciones han de disponer para disminuir sus afecciones ambientales y salvaguardar las aves de su entorno.

En Navarra existen 30 parques eólicos, que dan cabida a 1024 aerogeneradores, con una producción anual de 882 megavatios de potencia, lo que equivale al 50% del consumo eléctrico anual de la Comunidad Foral. El 22 de diciembre de 1994 se puso en marcha el primer aerogenerador y desde entonces, merced al uso de los mismos en sustitución de otras energías no tan limpias, se ha evitado lanzar a la atmósfera emisiones de CO2 similares a las emitidas por 14.000 vehículos al año. La industria de la energía eólica provée unos 3.600 puestos de trabajo y posee una proyección internacional como referencia al uso de energías renovables, imprescindibles por otra parte, para cumplir con los objetivos del Plan Energético de Navarra.



El estudio sobre mortandad de aves


Los estudios realizados por el Gobierno de Navarra en 2000 y 2001 sobre la afección de los parques eólicos a las aves demuestran que el 70% de los molinos analizados no supone ningún riesgo para la avifauna. La mortandad que sí puede provocar accidentalmente el 30% restante de aerogeneradores supone un máximo del 0,22% de las aves del entorno.


En el año 2000 en los parques navarros se observaron un total de 95.234 aves, de las que colisionaron 141; y en el año 2001 fueron 49.500 las aves observadas y 107 las que sufrieron un percance. Con estos datos, puede afirmarse que la mortalidad detectada no ha superado nunca el 0,22 %.


La especie protegida más afectada por los molinos de viento son los buitres leonados, pero estos accidentes no tienen incidencia en una especie que en Navarra ronda las 6.000 parejas y una población flotante de 10.000 individuos inmaduros. Aunque no se han realizado estudios comparativos, la experiencia de los técnicos avala la afirmación de que la mortalidad inducida por los parques eólicos no es, en todo caso, bastante inferior a otras infraestructuras como carreteras, vías férreas, etc.



Una normativa protectora para la avifauna


En cualquier caso, el Departamento de Medio Ambiente siempre ha exigido para poder implantar estos aerogeneradores estudios de afecciones ambientales, conforme la ley foral 10/1994, de 4 de julio, de Ordenación del Territorio y Urbanismo, que permite fijar las oportunas medidas correctoras, y también se pide la formulación de un programa de vigilancia ambiental, que cada año deben presentar los promotores de los parques eólicos para conocer los daños reales al medio ambiente que se deriven de su funcionamiento. Cuando en aplicación de la Ley 6/2001 ha sido necesario, estos parques eólicos se han sometido al procedimiento administrativo más exigente de estudio de impacto ambiental.


Existen más garantías medioambientales desde la normativa que ha ido aprobando en este campo el propio Gobierno de Navarra. El decreto foral 125/1996, de 26 de febrero, tiene por objetivo principal preservar los lugares de mayor valor ecológico y establece que no pueden instalarse parques eólicos en la zonas de especial protección para las aves (ZEPAS, Directiva 79/409/CE), en áreas forestales de montes de utilidad pública, ni en los espacios naturales protegidos, salvo en los parques naturales que así lo recojan en sus respectivos planes de ordenación de los recursos naturales. También se excluyen los entornos de los Bienes de Interés Cultural, las zonas de protección de las cañadas, del Camino de Santiago, etc.


Para evitar el efecto acumulativo derivado de la existencia del cada vez mayor número de aerogeneradores, el Gobierno de Navarra llegó a suspender la aprobación de nuevos parques eólicos mediante el Decreto Foral 685/1996, de 24 de diciembre, que sigue vigente salvo para los parques que tienen valor experimental.


Son varias las resoluciones y medidas adicionales, fuera de las derivadas de estas normas, que en los últimos años ha tomado el Departamento de Medio Ambiente para aumentar las garantías de estos parques con respecto a las aves de su entorno. Por ejemplo, en el Parque Eólico de Salajones se determinó que los aerogeneradores no funcionasen por debajo de una velocidad del viento inferior a 4 metros por segundo, porque a tal velocidad no son eficientes y sin embargo pueden generar peligro a la avifauna; en los parques de Salajones e Izco-Aibar, asimismo, se ha trasladado el muladar existente para evitar el peligro que puede suponer para las aves carroñeras las cercanías de los molinos a la hora de alimentarse.



Las quejas de Gurelur sobre los parques eólicos


Las quejas de la asociación ecologista "Gurelur" sobre los parques eólicos recogidas esta semana por los medios de comunicación navarros no son nuevas. Así es preciso señalar que con fecha 2 de agosto de 2002, don Antonio Munilla García, en nombre y representación de Gurelur, formuló ante la Defensora del Pueblo de Navarra una queja relativa a la mortandad de especies catalogadas de aves y otras especies, ocasionada por las centrales eólicas de nuestra comunidad. El 11 de abril de 2003, tras agradecer y elogiar los informes presentados por el Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, la mencionada Institución decidió archivar la queja al haber observado que la Administración Foral no había hecho dejación de sus funciones en defensa de la fauna silvestre, sino más bien todo lo contrario, al hacer un seguimiento permanente de las incidencias negativas de los parques eólicos.


El consejero de Medio Ambiente, José Andrés Burguete, pese a los reproches, ha aprovechado la ocasión para agradecer la labor de Gurelur a favor de la naturaleza: "Queremos agradecer la inestimable labor que el Fondo Navarro para la Protección del Medio Ambiente realiza en aras a conseguir la conservación de nuestro entorno natural. Los lazos contractuales y la defensa a ultranza de la naturaleza, hacen que Gurelur y el Departamento de Medio Ambiente caminen juntos por la senda del desarrollo sostenible y que en muchas ocasiones coincidan en planteamientos y en otras, como siempre sucede con los compañeros de viaje, discrepen en privado y hagan públicas sus diferencias para que a la vista de los datos aportados. Por eso ofrecemos hoy esta extensa información, para que sea el ciudadano quien extraiga sus propias conclusiones".


El consejero ha añadido, para defender el trabajo que en esta materia lleva a cabo el Gobierno de Navarra, que "en el último número de la revista Quercus, sin lugar a dudas una de las publicaciones con más prestigio en el panorama medioambiental español, se reconoce la labor de Navarra en las modificaciones en parques eólicos por motivos ambientales, puesto que el Departamento nunca ha cejado en el empeño de supervisar y legislar sobre el tema cuando las circunstancias así lo requieren. Nos estamos refiriendo al Decreto Foral 200/2004 de 10 de mayo, por el que excepcionalmente, y por motivos medioambientales, se podrá autorizar el traslado o sustitución de aerogeneradores dentro de un mismo parque eólico o entre diversos parques existentes".


El consejero ha querido subrayar dos actuaciones recientes de aplicación de esta nueva normativa:


- la Resolución 1.304, de 1 de julio de 2004, por la que se autorizaba a Eólica Caparroso S.L. a retirar dos generadores de 700 KW e instalar uno de 1600 KW.


- el acta de inspección solicitada por la Sección de Evaluación Ambiental del Departamento de Medio Ambiente, con fecha 22 de diciembre de 2004, realizada en el parque eólico de Salajones, donde se constata el traslado de cuatro molinos al parque de Ibargoiti, por motivos medioambientales. En el mismo informe se recoge el dato de que EHN, propietaria de la instalación, ha colocado pegatinas negras en una de las palas de tres molinos distintos, para experimentar situaciones de colisión de aves y estudiar la posibilidad de reducir las mismas.


"Creemos que después de todo lo expuesto ha quedado demostrado que las aves que mueren como consecuencia de los aerogeneradores, ni muchísimo menos, alcanzan cifras alarmantes y que la voluntad del Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, es seguir supervisando constantemente la actividad de los parques eólicos y animando a la experimentación de nuevos sistemas para conseguir que la tasa de mortandad en la avifauna sea todavía inferior a la actual, sin poner en peligro una actividad industrial y medioambiental cuyos efectos positivos están fuera de toda duda", ha señalado finalmente el consejero Burguete.


Gobierno de Navarra

Contacte con nosotros | Accesibilidad | Aviso legal | Mapa web