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Las suaves temperaturas de los últimos días aceleran la actividad en el campo
lunes, 21 de marzo de 2005Las suaves temperaturas registradas en la Comunidad Foral en los últimos días han provocado una recuperación de la actividad en el campo, según se recoge en el informe semanal elaborado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación, correspondiente a la semana comprendida entre los días 11 y 18 de marzo.
Así, desde el punto de vista meteorológico, este periodo se ha caracterizado por la recuperación brusca de las temperaturas, alcanzando valores diurnos en torno a los 20º C, ausencia de precipitaciones y viento variable.
Sin embargo, aumenta la preocupación en zonas cerealistas del sur de Tierra Estella, Navarra Media y, sobre todo en la Ribera. La falta de precipitaciones significativas en los últimos meses y la llegada de las suaves temperaturas que reactiva e impulsa el desarrollo vegetativo de la planta, junto a la ausencia de recursos hídricos en el suelo, está llegando incluso a provocar el secado de dichas plantas. Por el contrario, en las zonas más septentrionales del cultivo cerealista (Cuenca de Pamplona, Yerri, Pirineos o zona noroccidental), este aumento de las temperaturas y la humedad presente en los suelos han originado un rápido y acusado desarrollo de los cultivos cerealistas y alternativos.
En cuanto a otros cultivos, la colza se ha visto muy condicionada por las malas nascencias y el rigor del invierno, por lo que de las cerca de 1.000 Ha que se destinaron en un principio a este cultivo se van a ver reducidas prácticamente a la mitad. Las habas caballares y guisante proteaginoso han sufrido en diferentes grados (desde pérdida de masa foliar hasta muerte de la planta), las fuertes heladas registradas, aunque en líneas generales estos cultivos se están recuperando bastante bien. También se procede al laboreo de tierras destinadas a la próxima siembra de girasol.
Respecto a los cultivos forrajeros del área del Norte, se aprovecha la bonanza climatológica para la aplicación de abonos orgánicos y nitrogenados en praderas anuales y westerwold, en las que la presencia de ganado ovino tiende a desaparecer con el fin de obtener un adecuado crecimiento vegetativo para su posterior corte y aprovechamiento en verde o ensilado. Por otro lado, continúan la quema controlada de matorrales en pastizales de la zona de Baztán (Belate, Gorramendi o Aizkolegi).
También en los cultivos hortícolas se han producido situaciones termométricas totalmente descompensadas, dispares y trastocadas, ya que se ha pasado de tener heladas de –5ºC (Caparroso, días 12 y 13) a temperaturas máximas casi estivales (21ºC, Caparroso, día 16). Este repentino salto térmico desorganiza las funciones biológicas de plantas y animales y perturba las actividades laborales propias de la época, ya que se ha pasado de una casi inactividad o ralentización de las faenas de siembras y recolección, a causa de las heladas, a unas prisas por realizar esas labores debido a los retrasos acumulados. Los cultivos de invierno (bróculi, coles, coliflores, puerro, cardo o lechugas de invernadero) prácticamente todos con el ciclo vegetativo ya cumplido, se quieren retirar rápidamente de las parcelas, no sólo para poner otro cultivo de verano sino por el peligro de subida a flor debido a las anormales temperaturas actuales. Las siembras de guisante verde para industria están finalizando y las de cebolla de siembra directa están terminadas esta semana. La plantación de bróculi de primavera y coliflor sigue a buen ritmo, así como lechugas y ensaladas de aire libre. También la siembra de patata de media estación para industria está casi terminada en el área Azagra-Lodosa y se está realizando en otras localidades como Cárcar o Andosilla.
En Tierra Estella se están plantando las pocas hectáreas de espárrago que se ponen ahora en Navarra, y se continúa con la preparación de los caballones y colocación de plásticos para iniciar la recolección una vez entrado el mes de abril. Después del invierno, al espárrago le está costando mover las yemas: la industrialización y comercialización del producto en esta campaña va a condicionar sensiblemente el incierto futuro de este cultivo.
Por último, cabe indicar que en estos días calurosos ha habido una buena demanda de lechuga, que los invernaderistas aprovechan para dar salida a una cosecha con un largo ciclo invernal, y poder así instalar cultivos de verano (tomate o judía), que lleva cierto retraso.
