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La planta de tratamiento de residuos sólidos de la Ribera comenzará a generar energía renovable
viernes, 16 de diciembre de 2005El Consejero de Administración Local del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, ha visitado esta mañana la planta de tratamiento de residuos sólidos de "El Culebrete", en la Ribera. La planta está a punto de finalizar con las obras realizadas en un 95%, y se prevé que comience a dar servicio en pruebas en las próximas semanas. El funcionamiento con residuos orgánicos comenzará entre febrero y marzo de 2006. Se trata de la primera planta de biometanización de residuos urbanos en Navarra, que producirá energía a partir de basura.
De izquierda a derecha, José María Navarro, Fermín Corella, el consejero Catalán, Ángel Serrano y Andrés Sola.
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El consejero ha estado acompañado por el Director General de Administración Local, Ángel Serrano; el presidente y el gerente de la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera, José María Navarro y Fermín Corella; el director-gerente de Navarra de Infraestructuras Locales (NILSA), Andrés Sola, y el director técnico de la entidad, Juan García. La visita se enmarca dentro del plan de reuniones periódicas que mantiene el Comité de Seguimiento de la planta cuyo objetivo es supervisar aspectos técnicos y administrativos del proyecto. En ella, un reactor tratará los residuos orgánicos para convertirlos en biogás y generar energía eléctrica, evitando emisiones de metano a la atmósfera, el segundo gas que más contribuye al llamado "efecto invernadero" después del dióxido de carbono. La energía que producirá será, por tanto, limpia y renovable, en consonancia con el Protocolo de Kioto.
La planta, que tratará 50.000 toneladas de residuos al año, permitirá obtener 6.000 toneladas de compost y 5.600 mw/h de electricidad, descontado su propio consumo.
Además, está previsto que reduzca los residuos depositados en vertedero, siguiendo la normativa europea que establece que antes de julio de 2006 la cantidad de residuos urbanos biodegradables destinados a vertedero no debe superar el 75% de los generados en 1995.
La inversión prevista para llevar a cabo el proyecto estaba cifrada en 9.616.193 €, a los que el Fondo de Cohesión Europea aportaba 3.662.082 €, el Gobierno de Navarra 4.992.492 € y la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera 961.619 €.
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