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La ausencia de precipitaciones condiciona el buen desarrollo del girasol y maíz forrajero en secano

viernes, 02 de junio de 2006

La prolongada ausencia de precipitaciones que se está registrando puede condicionar el buen desarrollo del girasol y del maíz forrajero en secano, a pesar de las buenas nascencias que presentan, según se recoge en el informe semanal sobre la situación del campo, elaborado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación, correspondiente al periodo comprendido entre los días 26 de mayo y 2 de junio.


Desde el punto de vista meteorológico, este periodo se ha caracterizado por un comienzo con temperaturas altas a muy altas, bajando posteriormente a registros termométricos acordes con la época, en parte provocados por el fuerte cierzo reinante, con prácticamente ausencia total de precipitaciones.

Las altas temperaturas registradas durante los días 27 y 28, superando los 30 ºC en muchas localidades de las comarcas cerealistas, están haciendo mella en algunos cultivos de secano. Así, mientras que en cebada las consecuencias prácticamente son mínimas, ya que las plantas en su gran mayoría han completado su ciclo reproductivo, por el contrario los trigos y avenas de la Cuenca de Pamplona, Pirineos, zona noroccidental y norte de Tierra Estella, que se encuentran en plena formación de grano, están viéndose afectados en diferentes grados.

En tierras poco profundas y cascajos, los trigos están sufriendo la ausencia de precipitaciones que, junto con el calor, agrava la situación. En tierras más profundas, la humedad todavía está presente en cotas inferiores y las plantas consiguen hacer frente en cierta medida a estas adversidades pero, si continúa la ausencia de lluvias y las temperaturas altas, se condicionarán y mermarán las expectativas creadas en cuanto a rendimientos en estos cultivos.

En cuanto al inicio de la cosecha, salvo en parcelas concretas de cebadas utilizadas como muestra de contenido de humedad y variedades como "germania" de zonas de Ribera Alta donde ya se están cosechando, prácticamente en la totalidad de la Ribera Alta y Navarra Media comenzará la semana que viene. En estas zonas, a pesar de que las cebadas hayan alcanzado su maduración (algo acelerada por las últimas temperaturas registradas) la presencia de malas hierbas es motivo de una cesión de humedad al grano que retrasa dicho inicio de cosecha. En cuanto a expectativas de producción en cebada, se prevé una buena campaña que en algunas entidades cooperativas tendrá problemas para su almacenamiento, debido a la presencia de grano de la anterior campaña.

Respecto a otros cultivos, las brassicas carinatas, colzas y guisante forrajero, se están enfardando para su posterior destino a biomasa y, en el caso del guisante, para alimentación animal. También se registra una gran intensidad en la recolección, sobre todo en forma henificada, de praderas polífitas y temporales en áreas de Erro, Roncal, los Valles y Baztan.

En ganadería, vacunos de carne de áreas de Ultzama, Larráun o Araitz se mantienen en pastoreo de las praderas locales, mientras que rebaños de Sakana, Baztan y Aezkoa ya se encuentran en pastos de altura (Andía, Urbasa, Aralar, Erdiz, Belate o Salazar), ganado al que acompaña gran parte de ovino, este último ya sometido al riguroso esquileo.

Cultivos hortícolas y de regadío

Para los cultivos hortícolas y de regadío, el tiempo de este periodo ha sido negativo y perjudicial, con unos saltos térmicos anómalos pasando, en cuestión de horas, de temperaturas veraniegas a casi invernales (de 37 º C de máxima el día 28 en Caparroso a 18 ºC de máxima el día 31) por la influencia del cierzo. Este viento y la ausencia total de precipitaciones han creado un ambiente de marchitez y agostamiento en los cultivos. Además, en sistemas de riego por aspersión el aporte de agua se ve dificultado por la fuerza del viento, lo que puede provocar nascencias irregulares en cultivos de reciente siembra (judía, endivia o maíz).

Las siembras de judía verde de industria se dan por finalizadas, y las plantaciones recientes de tomate, pimiento o calabacín se ven afectadas por la fuerte deshidratación que ocasiona esta situación, con pérdidas en su sistema foliar, e incluso alguna de las últimas plantaciones que se realizan en tomate y pimiento se ha visto interrumpida por el fuerte viento. En cultivos en recolección las perdidas en peso y calidad son igualmente notables. La campaña de alcachofa está prácticamente concluida ante la rápida caída de la calidad del capítulo (formación de "pelo") dejándose para su posterior recolección para "fondos" o "cazuelas".

Igualmente, la campaña de espárrago está ya en sus días finales y su prolongación se deberá a la buena demanda de este producto que todavía existe. Ensaladas, espinaca, bróculi y coliflor de primavera también han sufrido los efectos de estos periodos de altas temperaturas que se han dado en la segunda quincena de mayo. A pesar de ello, los rendimientos son buenos gracias a que estos cultivos han tenido un buen desarrollo por una primavera bastante favorable.

Por último, cabe indicar que con la recolección de las últimas parcelas de haba verde de industria (grano pequeño) en Ribera Alta, se da por finalizada esta campaña que, económicamente, se estima aceptable por su cotización por calidades, a pesar de sus rendimientos dispares. Cabe destacar que al inicio del periodo dio comienzo el segundo corte a la alfalfa, que ha mejorado su calidad respecto al final del primer corte con las lluvias de la primera quincena de mayo, aunque se dan mermas de peso por la pérdida rápida de humedad en campo.


Gobierno de Navarra

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