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Guirigai Teatro llega el domingo al Claustro de San Pedro de Olite con "La vida es sueño" de Calderón de la Barca
viernes, 28 de julio de 2006El Teatro de Autómatas se podrá ver durante el fin de semana en la Plaza Carlos III el Noble
"La vida es sueño".
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Dentro del VII Festival de Teatro Clásico de Olite, el Claustro de San Pedro acogerá el domingo 30 de julio, a las 22,30 horas, la puesta en escena de "La vida es sueño" de Calderón de la Barca a cargo de Guirigai Teatro, con dirección de Agustín Iglesias. En la sección dedicada al teatro en la calle, mañana sábado y el domingo, en la plaza Carlos III el Noble, se presentará "Teatro de Autómatas", con sesiones de 12 a 14 y de 18 a 22 horas. Finalmente, mañana, a las 22,30 horas, Libélula Producciones ofrecerá en La Cava la última representación de "La discreta enamorada" de Lope de Vega.
En "La vida es sueño" se plantean dos temas de actualidad: la manipulación de la memoria y la realidad virtual.
Calderón descubre los mecanismos mentales de los sueños, la angustia por entender la indescifrable realidad, la manipulación de los recuerdos, el temor a descubrir cuál es el mundo real, la obsesiva búsqueda por encontrar al Padre, y habla del miedo y la pasión de vivir.
En esta versión de Agustín Iglesias se refleja en el escenario lo que en lenguaje moderno y psicoanalítico se conoce como la paranoia del poder. La fuerza desgajada de sus salvajes pulsiones erógenas desata un torbellino de encuentros y desencuentros, y culmina en una sangrienta revuelta popular y en un brutal y doloroso grito de liberación. Segismundo es un héroe trágico y contemporáneo, tanto como Rosaura una moderna heroína que llega a los limites de independencia que su patriarcal sociedad puede soportar. Ambos se enfrentan a sus opresivos destinos trágicos y ambos recorren con estupor y lágrimas un intenso viaje interior, que como toda auténtica aventura "apenas llega, cuando llega a penas".
Guirigai Teatro interpretará en el Claustro de San Pedro una sincopada melodía de venganzas, miedos, pasiones, conspiraciones y deseos que giran alrededor de una estrategia de poder. Desde su fundación en 1979 la compañía ha representado numerosos clásicos, tanto del Siglo de Oro como contemporáneos. Obras de Lope de Vega, Rojas, Calderón, Pérez Galdós o Cervantes conforman la trayectoria de Guirigai Teatro, que afronta ahora el montaje de "La vida es sueño".
El reparto de la obra, por orden de intervención, es el siguiente: Magda García-Arenal (Rosaura), Piedad Gallardo (Clarín), Rafael Ortiz (Segismundo), Cándido Gómez (Clotaldo), Antonio Pizarro (soldado, Chambelain, campesino), Oren Moreno (Estrella), Pedro Vassallo (Astolfo) y Agustín Iglesias (Basilio).
Ingenios mecánicos
Por otra parte, mañana y el domingo 30 de julio, de 12 a 14 y de 18 a 22 horas, en la Plaza Carlos III el Noble, se podrá ver el Teatro de Autómatas, con entrada libre.
Los autómatas son ingenios mecánicos que, con sus movimientos, recrean la vida particular de una persona, animal, planta o cosa. Las primeras noticias de su existencia datan del 400 AC, cuando Herón de Alejandría escribe un tratado para la fabricación de máquinas y androides. Será en el siglo XVIII cuando los autómatas aprovechan el enorme desarrollo tecnológico del arte de la relojería para convertirse en los caros y exquisitos juguetes de las cortes europeas. Estos ingenios mecánicos adquieren su máxima importancia cuando pasan a los museos y a las vitrinas de los anticuarios, y alcanzan la popularidad cuando se instalan en las barracas de feria, llamadas genéricamente Teatros Mecánicos de Movimiento Continuo.
Los teatros mecánicos españoles recorrieron las ferias de todo el país desde 1920, pero fueron desapareciendo poco a poco a lo largo del siglo XX. El único superviviente de esta saga de espectáculos fue Fantasía Animada, que pasó a llamarse Hollywood y continuó exhibiéndose por los pueblos hasta 1992, año en el que Gonzalo Cañas se hace cargo de su restauración y adopta el nombre definitivo de Teatro de Autómatas, el único en su género que aún continúa funcionando en todo el mundo.
En una antigua carpa, 35 autómatas, tallados en madera policromada, ofrecen dos espectáculos de feria de principios del siglo XX. El primero, de animación exterior, está compuesto por una orquesta de cinco grandes autómatas que interpretan antiguos sones cubanos. El segundo presenta en el interior de la carpa una docena de dioramas con monumentos españoles y diez escenarios de diverso contenido en los que se refleja con humor satírico la sociedad de hace unos años. Se trata de un espectáculo para todos los públicos, una oportunidad de disfrutar de un arte que no se resigna a desaparecer.
