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Entra en vigor la nueva normativa navarra sobre sistemas de refrigeración por agua
lunes, 14 de agosto de 2006La orden foral de la consejera de Salud es más exigente que la normativa estatal en la lucha contra la legionelosis
Este fin de semana ha entrado en vigor la orden foral de la consejera de Salud 54/2006 (publicada el viernes en el BON) por la que se aprueban medidas adicionales a las ya establecidas por la normativa estatal (Real Decreto 865/2003) para la prevención y control de la legionelosis en Navarra. Las medidas son de obligado cumplimiento para los sistemas de refrigeración por agua y, más específicamente, en otras instalaciones de riesgo en hospitales y residencias sociosanitarias.
Las torres de refrigeración ya existentes a la entrada en vigor de la nueva normativa foral tienen un plazo de seis meses para presentar ante el Departamento de Salud la documentación acreditativa de haber cumplido todas las exigencias que desde el sábado son obligatorias para las nuevas instalaciones.
Uno de los aspectos más novedosos de la normativa adicional aprobada por el Departamento de Salud es la necesidad de una autorización previa del propio Departamento para instalación de nuevas torres de refrigeración en Navarra. Para otorgar esta autorización, se requerirá a quienes promuevan su instalación el cumplimiento de requisitos en relación con la ubicación de las torres, de modo que se evite la contaminación del agua y la exposición de las personas a los aerosoles, así como otros requisitos sobre características y materiales constructivos.
La segunda novedad de la normativa foral aprobada se refiere a la obligatoriedad de tratamientos sanitarios adicionales a la normativa estatal para la puesta en marcha inicial de las torres, así como para su activación tras paradas de funcionamiento superiores a los diez días.
La orden foral del Departamento de Salud también abarca otras medidas añadidas a las ya obligatorias, más concretamente:
- Uso obligatorio de biocidas autorizados, en uso combinado o secuencial, en el agua de las torres (con controles diarios y registro), así como utilización de biodispersantes para mejorar la actividad de los desinfectantes. También serán obligatorios el uso de productos inhibidores de la corrosión de los sistemas de agua, así como sistemas de filtración para el agua recirculada.
- Control de la calidad del agua empleada, con obligación de purgas de agua de forma continuada o mediante control automático. Si se va a emplear agua no procedente de la red de abastecimiento pública, será precisa una autorización previa del Departamento de Salud.
- Se hacen más estrictas las condiciones específicas de obtención y análisis del agua de las torres de refrigeración, así como los requisitos exigibles a los laboratorios que lleven a cabo estas pruebas.
Medidas para torres que han sufrido legionelosis y centros asistenciales
Además de las medidas de carácter general ya citadas, la normativa impulsada por el Departamento de Salud prevé medidas específicas para las torres de refrigeración que ya han ocasionado episodios de legionelosis y para los centros asistenciales de carácter sanitario o social.
De este modo, se endurecen significativamente las obligaciones de los titulares de torres de refrigeración con brotes de legionelosis detectados. Se les obliga a parar de inmediato el funcionamiento de estas torres y a poner en marcha, seguidamente, los tratamientos y medidas de control previstos en estos casos, de modo que no puedan reiniciar la actividad de las torres hasta que media autorización del Departamento de Salud. Como medida complementaria, estas torres ya infectadas deberán funcionar con agua tratada de forma continua y automática con desinfectantes clorados y control de PH.
Como ya se ha citado, la normativa foral también se detiene especialmente en los controles que deben realizarse a las torres de refrigeración de hospitales y centros sociales (especialmente residencias de ancianos), por la multiplicación de consecuencias que tendría en estos entornos la aparición de brotes de legionelosis. Estos centros asistenciales tendrán unas medidas más específicas a su realidad, con controles aún más estrictos de control y detección de legionelosis, triplicando las medidas a las que actualmente obliga la legislación estatal. Además, deberán instalar sistemas de desinfección en continuo en el caso de que se detecte la bacteria, aunque sea en concentraciones bajas, en los sistemas de agua caliente sanitaria.
