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El Gobierno de Navarra convoca el viernes una concentración popular de repulsa hacia la violencia contra las mujeres
miércoles, 22 de noviembre de 2006Con motivo de la celebración el próximo sábado día 25, del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el Gobierno de Navarra convoca para el próximo viernes, día 24, una concentración silenciosa en señal de repulsa contra esta lacra social, que tendrá lugar a las 10 horas durante cinco minutos en la Plaza del Vínculo de Pamplona, frente a la sede del Instituto Navarro de la Mujer.
Imagen de la concentración del pasado año 2005.
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De esta forma, el Gobierno de Navarra quiere manifestar su firme rechazo y repulsa hacia la violencia contra las mujeres, que supone un atentado contra los Derechos Humanos fundamentales. Con este motivo, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Caballero Martínez; y la consejera de Bienestar Social, Deporte y Juventud, María Isabel García Malo; han ofrecido esta mañana una rueda de prensa en la que se ha ofrecido un balance de datos registrados en Navarra en lo que va de año, y se han presentado las actuaciones que está desarrollando el Gobierno de Navarra para luchar contra la violencia de género, así como proteger y ayudar a las víctimas del maltrato y/o agresiones sexuales.
Asimismo, el Gobierno de Navarra ha promovido, junto con la Federación Navarra de Municipios y Concejos, una campaña de sensibilización en la que se ha propuesto a las alcaldesas y alcaldes de la Comunidad Foral la difusión de un bando municipal común declarando expresamente su firmeza en el apoyo a las mujeres que sufren maltrato y su total rechazo a la violencia contra ellas. Además, el propio día 25, harán sonar una campanada por cada mujer asesinada en España a lo largo de este año 2006. Hasta el momento, catorce municipios han confirmado su participación en esta campaña. Se trata de Ablitas, Altsasu/Alsasua, Aoiz, Arantza, Bera, Burlada, Etxalar, Igantzi, Irurzun, Lesaka, Lodosa, Obanos, Tudela y Zizur.
Actuaciones desde distintos ámbitos
El Gobierno está desarrollando diversas actuaciones en este ámbito. En concreto, desde el Departamento de Bienestar Social, a través del Instituto Navarro de Bienestar Social se gestionan tres tipos de recursos para la atención a las mujeres víctimas de violencia, como son la casa de acogida, centro de urgencias y pisos residencia. Así, en 2005 la casa de acogida atendió a 38 personas, de las que 20 eran mujeres y 18 menores. Por su parte, el centro de urgencias atendió a 198 personas (112 mujeres y 86 menores). En el caso de los cinco pisos residencia dedicados a unidades familiares víctimas de maltrato, durante el año 2005 se han alojado 18 personas (6 mujeres y 12 menores).
Además, desde el Instituto Navarro de la Mujer se coordinan diversas actuaciones y programas. Así, en el ámbito preventivo se desarrollan varias iniciativas destinadas a la formación, sensibilización y concienciación ciudadana. Entre ellos destaca la financiación con cerca de 35.000 € de 24 proyectos que se realizarán, en torno al 25 de noviembre, en 21 municipios navarros para realizar proyectos relacionados con la prevención e información sobre la violencia de género.
En cuanto a otros ámbitos, en Educación existe un plan de formación permanente del profesorado en materia de violencia de género, y en Vivienda se reserva a mujeres víctimas de violencia el 3% de cada promoción de viviendas protegidas.
Medidas de protección y defensa de las víctimas
Por su parte, la Dirección General de Interior, a través de la Policía Foral y desde la Dirección General de Justicia, a través del Servicio Social de Justicia, se realizan las valoraciones individualizadas tanto del riesgo en que se encuentra la víctima de violencia de género como de la peligrosidad del maltrador. Con estas valoraciones se persigue evaluar el riesgo potencial de que se produzca una agresión, evaluar la situación de peligro en que se encuentra la víctima, proponiéndose y adoptándose en su caso, las medidas de protección que se estimen más adecuadas a cada caso.
Es importante resaltar el carácter individualizado de la valoración, pues a partir de ella se conforman las medidas de protección adecuadas, así como su aplicación también individualizada y, además con un seguimiento personalizado en su implantación.
En Navarra, la atención urgente a las víctimas de violencia contra las mujeres tiene lugar las 24 horas del día, movilizándose a través del teléfono único de emergencias SOS Navarra-112, conforme al protocolo que fue aprobado en 2004 en el marco del Acuerdo Interinstitucional para abordar la violencia de género. Este protocolo establece la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como la coordinación con los órganos judiciales para la protección de las víctimas de violencia contra las mujeres. También implica la participación del conjunto de servicios que intervienen, además de los estrictamente policiales y judiciales, como son los sanitarios y de emergencias, servicios sociales, atención psicológica, y asistencia jurídica.
Así, cuando se recibe un aviso urgente en el teléfono único de emergencias 112, generalmente realizado por la propia víctima o por la policía actuante, el servicio de emergencias 112 se pone en contacto con la policía asistencial, principalmente la Policía Foral o la Policía Municipal, y eventualmente el Cuerpo Nacional de Policía o la Guardia Civil, que son requeridas en función de la proximidad al lugar donde se encuentre la víctima. El tiempo promedio aproximado que tarda en acudir el cuerpo policial es de 3 minutos. A partir de ese momento se pone en marcha un complejo entramado de servicios, todos ellos orientados a la atención y la protección de la víctima y, en su caso, a la identificación y detención del maltratador, así como a poner en conocimiento de la autoridad judicial los hechos acontecidos.
Este proceso de activación del sistema permite una atención integral del caso que se inicia con la intervención de urgencia en la que juegan un papel esencial el operador del Centro de Mando y Coordinación (CMC) de Policía Foral y el servicio policial interviniente, que normalmente y por cercanía es un servicio de policía generalista. Esa primera intervención de urgencia tiene como prioridad en la actuación policial la protección inmediata de la víctima, logrando la plena separación entre el maltratador y la víctima principal y, en su caso, víctimas secundarias (hijos, padres, etc.), detener al agresor y consignar y custodiar las pruebas del delito. Al mismo se ofertará y facilitará la asistencia en un servicio de urgencias, normalmente un centro sanitario. De manera paralela a esta intervención de urgencia, desde la perspectiva policial se activa el servicio especializado policial que, en el caso de la Policía Foral, está integrado por el personal de la Brigada Asistencial de la División de Policía Judicial. Asesoran a los policías intervinientes en primera instancia, abordando la denominada como intervención especializada y encaminada a formular la correspondiente denuncia. Esta se completa con todos los elementos asociados y derivados de la intervención de otros servicios como son los servicios sanitarios. En esta intervención especializada policial se estará articulando también la labor de la Oficina de Atención a Víctimas del Delito del Servicio Social de Justicia.
En este proceso se ofrece también a la víctima la posibilidad de incorporarse al Programa de Ayuda Social de Violencia de Género, que incluye el marco de las órdenes de protección que se dictan, la puesta en marcha de otras medidas de carácter tecnológico encaminadas a dotar a la víctima de sistemas que complementan las medidas de protección adoptadas. Todo ello basado en criterios de evaluación de riesgo potencial.
En otros casos la víctima interpone directamente la denuncia ante los órganos judiciales y se activan los procedimientos establecidos al efecto.
Tras la evaluación del riesgo se activan por parte de los servicios de Interior y de Justicia las distintas medidas de protección que tienen, además, un carácter progresivo en función de las distintas circunstancias apreciadas. Estas medidas son:
- -Medidas de autoprotección básicas en las que se trata de sensibilizar y formar a la víctima para prevenir agresiones y protegerse en su caso. Para ello, se realiza un expediente personal con todos los detalles de la actividad ordinaria y extraordinaria de la víctima y lugares que frecuenta, que pretenden categorizar el riesgo y proponer las actuaciones para minimizar el mismo y, ante todo, preservar la libertad individual.
- -Control policial permanente o secuencial en función del riesgo y las actividades de la víctima y, en su caso, del maltratador.
- -Instauración de sistemas de alarma y localización de la víctima. Se dispone de una serie de soportes tecnológicos que incorpora las últimas innovaciones que permiten que la víctima pueda activar un sistema de alarma que se recibe en el CMC de Policía Foral y que, automáticamente, activa a su vez el historial concreto del que ya se dispone al incorporar a la víctima en el programa; permite asimismo contactar a través de canal de voz o simplemente de audio pudiéndose escuchar desde el CMC ya no sólo lo que diga la persona protegida, sino los sonidos del entorno que le rodea y posibilita adicionalmente la localización automática geográfica a través de los dispositivos GPS-GSM, separados o combinados. Para ello se dota a la persona protegida de los terminales portátiles necesarios.
- -Como complemente y para los casos en que así se justifique, se puede activar un servicio de escolta privado, con financiación pública, para una protección personal y directa.
Todos estos sistemas no son excluyentes entre sí, ya que son sistemas complementarios y progresivos en función de la evaluación individualizada que se realiza.
La mayor parte de los maltratadores tienen entre 25 y 39 años
Según datos cerrados a 31 de octubre de los cuerpos policiales que actúan en Navarra (Policía Foral, Guardia Civil, Policía Nacional y Policías Locales) en lo que va de año se han presentado un total de 702 denuncias, de las que 462 corresponden a Pamplona y Comarca (casi un 66%); seguida de la zona de Tudela con 118; Ribera Alta con 47; Navarra Media Oriental con 21; Tierra Estella, con 19; zona noroeste con 16; y Pirineos, con dos. Respecto al lugar de nacimiento, casi en la mitad de los casos, la víctima y el agresor son españoles.
Los datos de Policía Foral refleja un aumento del 13 % en el número de atestados si comparamos el periodo enero-octubre 2006 con todo el ejercicio 2005, el número de detenidos ha crecido en un 30 % y el número de informes asistenciales aumenta en un 6,5 %. En la actualidad, conforme a los datos de Policía Foral, hay en vigor 145 órdenes de protección y se han incorporado al programa de ayuda social a la violencia de género y, en concreto, al sistema de alarma y localización de víctimas, un total de 25 personas.
El tipo de maltrato que más se ha producido es el maltrato físico con 331 denuncias, lo que supone un 46% sobre el total. A continuación se sitúan los maltratos físicos y psíquicos con 93 denuncias, lo que representa un 13%, y el psíquico con 67 denuncias (10%). Los delitos y abusos son 41 casos.
En cuanto a la relación entre víctima y agresor, el 27% del maltrato se produce a manos del cónyuge, seguido del compañero sentimental (21%), y del ex compañero (17%). A continuación se sitúa el maltrato producido por un familiar (6%), por la pareja de hecho (4%) y por el excónyuge (4%).
Por otro lado, cabe indicar que los grupos de edad de las víctimas que más sufren este tipo de violencia son, en primer lugar, las mujeres entre 25 y 29 años con 114 denuncias, y las que tienen entre 30 y 34 años con 102 denuncias. Le siguen en número las mujeres comprendidas entre 18 y 24 años, con 91 denuncias. A partir de los 35 años disminuyen las denuncias, con 73 entre los 35 y 39 años; 71 entre 40 y 44 años; 31 entre 45 y 49 años; 28 entre 50 y 54 años; seis entre 55 y 59 años; y tres entre 60 y 64 años.
Esta misma circunstancia se da en lo que refiere a la edad del agresor, ya que el mayor número de denuncias recae sobre maltratadores de entre 30 y 34 años (105 denuncias), seguido del grupo de agresores de entre 25 y 29 años (88 denuncias) y de 35 y 39 años (87 denuncias). A continuación se sitúan los maltratadores de entre 40 y 44 años, con 73 denuncias; y los jóvenes de entre 18 y 24 años, con 57 denuncias. A partir de los 45 años disminuyen el número de hombre denunciados, con 44 entre los 45 y 49 años; 21 entre 50 y 54 años; 18 entre 55 y 59 años; cuatro entre 60 y 64 años, y nueve a partir de 65 años.
