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Fermín Alvira: " El arte no puede ser aparejo político, sino algo en qué creer” viernes, 15 de diciembre de 2006
El artista navarro participó ayer en el ciclo de conferencias de la exposición "Navarra: un futuro entre todos", que concluye el próximo día 18 con la charla del periodista Gabriel Asenjo
Fermín Alvira, en un momento de su conferencia.
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“Las instituciones, políticos y técnicos han de seguir apoyando y apostando por proyectos de carácter cultural y artístico. Han de facilitar la participación pasiva y activa de los colectivos más desfavorecidos y procurar una educación y enseñanza basada en la consciencia del papel del arte y su impacto. El arte no puede ser aparejo político, sino algo en qué creer”. Éstas son algunas de las reflexiones que ofreció ayer Fermín Alvira, profesor de pintura y artista, durante su participación en el ciclo de conferencias diseñado por la Fundación Arte Viva y que se enmarca dentro de la oferta educativa de la exposición “Navarra: un futuro entre todos”.
El ponente, que habló sobre “Las artes plásticas en Navarra: Reflexiones”, utilizó el recorrido de un museo, el Museo de Navarra, para transmitir al público todos sus conocimientos e ideas. “Ésta es una temática difícil porque abarca muchos aspectos y porque no se puede ser objetivo. Por ello, propongo el recorrido de un museo para entender mejor la materia”, explicó el profesor de pintura.
En la entrada del Museo se encuentra la capilla en donde se encuentran obras que cuentan bellos relatos y, en el sótano, hay piezas prehistóricas. “Todas ellas exhiben las huellas de historia que hoy se están produciendo en los talleres de los artistas. Sea de una u otra forma, todo parece indicar que nuestro arte futuro encuentra ya espacios en los que hacerse presente: edificios rehabilitados, acondicionados o no para la correcta conservación de las piezas, vanguardistas erecciones arquitectónicas que cobijan producciones de gran formato o superficies que hoy no son sino esqueleto de ángulos rectos, prometedor, eso sí, y ante todo, grande”, añadió Fermín Alvira.
Sin abandonar el contexto anterior, el artista continuó hablando de las obras arquitectónicas contemporáneas, pero en especial del futuro Centro de Arte Contemporáneo situado en Huarte: “Este centro es una iniciativa del Ayuntamiento de Huarte y su filosofía se basa en conseguir traer exposiciones internacionales aunque temporales. Esta propuesta, que promete, en qué afectará a los artistas locales. Esperemos que no acampe en nuestro césped alguien dispuesto a arrasar para exhibir sus proezas y ocupar un puesto en la historia de los proyectos”.
Seguidamente, Fermín Alvira continuó con la visita por el museo en donde accede a la primera planta. En ella se encuentran los mosaicos romanos, que adornan a los espacios con historia, y los capiteles románicos de claro contenido didáctico: “Con ello me refiero a que hay que educar el arte. Este asunto hay que solucionarlo fundamentalmente desde el sector de docentes, ya sea en el ámbito de lo formal como en el del tiempo libre, con proyectos ambiciosos que alcancen a dar respuesta. Afortunadamente, nuestras escuelas de ‘artes aplicadas’ ofrecen bachillerato artístico propiciando algunos resortes acordes a un desarrollo integral de la persona a quien se forma. También los ayuntamientos y otros organismos están preocupados por dar respuesta a la demanda de monográficos, cursos y ofertas de ocupación de talleres por parte de asociaciones y colectivos que pintan o dibujan del natural, o experimentan con otras disciplinas”.
En la segunda planta, a través de la enigmática pintura mural gótica, se expresa la religión y la iglesia. “El actual apoyo a artistas y creadores es una cuestión de la que sólo puede hablarse dando por hecho su necesidad. Cabe destacar la apuesta por museos o fundaciones que en diversas localidades navarras abren sus puertas. Realizar esta labor es hacer justicia a nuestro pasado más o menos cercano y de más o menos calado internacional. Hay que pedir a las instituciones mantenimiento y difusión, y a la población realizar al menos una visita al año a uno de estos recónditos lugares. Algunas de nuestras instituciones apuestan por la progresiva creación de fondos artísticos. En esta línea hay que agradecer, entre otras acciones, el compromiso del Ayuntamiento de Pamplona de comprar cada año en ARCO”, explicó el profesor.
En la tercera planta, se encuentran dos cuadros: el emblemático Marqués de San Adrián, de Francisco de Goya, y el retrato de Leandro Fernández de Moratín, cuadro de Luis de Paret. “De aquí rescato la idea de la participación popular generosa y entusiasta de nuestra comunidad. Hay quien vive del arte, quien lo procura y quien lo maneja a modo de terapia o divertimento. Los tres sectores, hasta ahora descritos, se dan la mano en espacios y eventos”, añadió el ponente.
Y, por último, se asciende a la cuarta planta del Museo en donde se encuentra la pintura Navarra del siglo XX cuyas obras están llenas de impresionismo, fuerza, humor y tragedia: “Aquí hay que mencionar a los numerosos artistas de nuestro panorama actual, que llenan de pasión sus discursos, en los galeristas que aún creen en su loable trabajo y su disposición ante nuestro arte y a los medios de comunicación, cuyos apartados dedicados a cultura suelen ser escasos o inexistentes, a excepción de honrosos casos, que esperemos cada vez menos excepcionales, que no menos honrosos”.
Una vez terminada la visita por todo el Museo de Navarra, terminó su conferencia hablando del futuro. “Con la exposición temporal de la planta baja se revisa el pasado, se discute el presente y se tiende un pulso al futuro. Necesitamos continuar escribiendo historia a golpe de pincel, gradina, tórculo, cámara u ordenador. Dejemos los delitos del individualismo y la desinformación en pro de un panorama artístico comprometido, íntegro y augusto, como ansiamos y merecemos”, concluyó Fermín Alvira.
El ciclo de conferencias concluirá el próximo lunes, día 18 de diciembre, con la charla que ofrecerá el periodista Gabriel Asenjo, a las 19.30 horas en la Sala de la Muralla del Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte de Pamplona, que lleva por título “El Deporte”.
