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La ausencia de precipitaciones permite una intensa extracción y aporte de abonados orgánicos en las praderas

viernes, 19 de enero de 2007

La ausencia de precipitaciones registrada nuevamente durante los últimos días está permitiendo desarrollar una intensa labor de extracción y aporte de abonados orgánicos (purines y estiércoles) en las praderas del norte de Navarra, según refleja el informe semanal sobre la situación del campo, correspondiente al periodo 12 y 19 de enero, realizado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación.


Desde el punto de vista meteorológico, este periodo se ha caracterizado por la ausencia de precipitaciones, temperaturas superiores a las históricas en el tercio norte con días generalmente despejados, mientras que en zonas meridionales y del sur de la Comunidad Foral, los bancos de niebla persistentes durante gran parte de los días han dado lugar a temperaturas más acordes con la época.


Las praderas de zonas del Norte (Ultzama, Larráun, Imotz o Arakil) están siendo aprovechadas en la mayoría de los casos por el ganado ovino, de manera que se consigue retrasar el aprovechamiento mecanizado del cultivo y, a su vez, permite completar las importantes necesidades energéticas de las ovejas, en plena etapa de producción.


Escasa actividad en los cultivos cerealistas


Debido a la ausencia de precipitaciones, la actividad en los campos de cultivos cerealistas de las comarcas más secas (Ribera Baja, Ribera Alta y Zona Media) está siendo nula, ya que esta situación no es la propicia para realizar ningún tipo de tratamiento. La aplicación de herbicidas, más que beneficio provocaría el debilitamiento aún más de la planta si cabe, y el aporte de abonados sería un gasto económico considerable que, dado el estado actual de los cultivos, es muy probable que no sea rentable.


En cotas más septentrionales (Cuenca de Pamplona, Pirineos y zonas más frescas de Tierra Estella y Navarra Media) se da por finalizada la primera aportación de compuestos nitrogenados y continúa la aplicación de herbicidas, en una semana de gran actividad animada en parte por la previsión de inminentes lluvias.


Al igual que los cereales, otros cultivos también esperan con necesidad el aporte de agua. Las habas de tipo caballar o de secano, con implantación principalmente en Tierra Estella (Yerri, Abárzuza y Mendaza), presentan muy buen aspecto, con adelanto fenológico respecto a campañas anteriores y, por ahora, no están viéndose afectadas por heladas. Las colzas, tras unas buenas nascencias y sin muchos problemas sanitarios, se encuentran en pleno desarrollo de roseta y con buenas perspectivas de cultivo. Guisantes proteaginosos de siembras de finales de octubre y noviembre, tras obtener buenas nascencias, se encuentran en plena formación de zarcillos, mientras que las labores previas a próximas siembras de variedades de “primavera” en Ribera Baja y Cuenca de Pamplona son nulas.


Cultivos hortícolas y de regadío


En cultivos hortícolas, la total ausencia de lluvias en las comarcas de la Ribera impone tener que aportar riegos a los cultivos de reciente instalación como espinaca, ajo y guisante, o en desarrollo como haba verde, bróculi, cardo y alcachofa. Las nieblas registradas durante los últimos días en, a veces persistentes y que mantienen las temperaturas frías pero sin llegar a la helada, no son impedimento para proseguir con la recolección de los pocos cultivos hortícolas que todavía quedan en campo, principalmente brassicas (bróculi, coliflor y coles), cardo y algunos puerros, una vez que van rematando campaña otros como romanesco, remolacha roja o endivia.


Las horas con mejor bonanza climática se aprovechan para avanzar en las labores de poda de frutales, viñedo e incluso olivo, si bien en este último se recomienda iniciarla algo más tarde. En otros casos, para enfardar rastrojos de maíz o levantarlo con el arado: la superficie que resta por cosechar son áreas en que se quiere hacerlo con la humedad suficiente para que el grano no tenga que pasar por el secadero. Además, se van terminando las siembras de ajo y la recolección de aceituna, y se preparan los suelos para próximas siembras de guisante verde, cebolla (cuya campaña de comercialización de la cosecha 2006 se está cerrando con unos buenos resultados) y otros cultivos. También se aprovecha para abrir surcos para nuevas plantaciones de espárrago, cultivo que vuelve a despertar cierto interés ante su buena demanda, con precios interesantes. Se estima que se pueden plantar en Navarra unas 350 Ha. nuevas, lo que hará cambiar la tendencia descendente y continuada de la superficie del cultivo en estos últimos años (3.380 Ha. en el 2000 a 1.500 Ha. en 2006). Áreas vírgenes en el cultivo, como los nuevos regadíos en Valdizarbe, podrían interesar para las nuevas áreas de plantación. Además de la apertura de zanjas, en las esparragueras instaladas se hace ahora la corta y quema de los frondes secos previa a las labores preparatorias para iniciar la recolección.


En los invernaderos con calefacción se está plantando, sobre el sustrato empleado, los primeros tomates de cultivo hidropónico, producto que consigue magnífica calidad en nuestros invernaderos, por lo que cada vez es más apreciado y demandado. Lo mismo ocurre con el tomate tipo cereza o “cherry” que ahora se recolecta en uno de estos invernaderos, al igual que el pimiento “California”. En los invernaderos denominados “fríos”, aparte de acelga, borraja y aromáticas de hoja para IV gama, la lechuga mantiene su buena cotización, e incluso la eleva respecto a diciembre.


Gobierno de Navarra

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