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Blanca Razquin presenta su taller artístico en el Colegio Lorenzo Goicoa de Villava
martes, 27 de marzo de 2007Dentro del programa de Arte Joven “Ellos crean, ellos dicen” que organiza el Gobierno de Navarra con motivo del XXV Aniversario del Amejoramiento del Fuero, la pintora Blanca Razquin está coordinando un taller de 12 horas en el Colegio Lorenzo Goicoa de Villava con 24 niños de 6 años y otro en el Colegio Luis Amigó (Mutilva Baja) con 22 niños de 12 años.
Taller artístico en el Colegio Lorenzo Goicoa.
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Blanca Razquin (1955) se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona y en técnicas de grabado en distintos cursos especializados. Desde 1982, realiza talleres de pintura. En 1990, crea el taller “Caligrama”, situado en Zizur Mayor, donde se dedica a la enmarcación y a la obra gráfica, y también imparte clases de pintura, serigrafía y grabado. En 2005 y 2006 ha coordinado el programa de talleres infantiles “DestapArte” para el Ayuntamiento de Pamplona.
Su obra se ha podido ver recientemente en la Casa de Cultura Palacio M. de Vallesantoro (Sangüesa) y en la Galería Pequeño Formato, Librería de Arte (Pamplona).
Blanca Rázquin explica así los objetivos que persigue en los talleres: “Se trata de rescatar la percepción que los niños tienen sobre Navarra. Como para ellos éste es un concepto difícil de manejar, hablamos de la ciudad que a ellos les gustaría, aquella que imaginan como ciudad ideal”.
Según la artista, la ciudad de los niños está llena de parques, juegos y animales, y no hay obligaciones. Rescatar esos elementos, que ellos tan hábilmente se saltan, como la responsabilidad, el esfuerzo o el respeto, también es parte importante del taller. “Creo que es preciso que ellos entiendan que la ciudad somos todos, cada uno con su mirada particular; y que solo desde el más profundo respeto, conseguiremos que sea el espacio donde todos podamos desarrollarnos como personas.”
Con este fin, la artista plantea dos tipos de trabajo, uno individual y otro colectivo. En el primero, se trabaja sobre la idea de necesidad de la ciudad, como espacio para satisfacer nuestras necesidades. En el segundo, en grupo, intenta conocer y dar forma a la ciudad, incidiendo en la red de relaciones que se crean y en la necesidad de participación.
Aprovechando el potencial de juego de los niños, a nivel plástico, “procuro que disfruten del taller de otra manera. Pintura, escultura, teoría del color, técnicas como lavado, frotado, estampación, salpicado, el contacto con la escayola y la experiencia de la transformación de objetos en función de la expresión de una idea, conforman el trabajo individual”.
Para el trabajo colectivo, los niños actúan en grupos: pintan sobre fotocopias de su ciudad, transformándola y reconstruyéndola, utilizando la técnica del collage. “Ambos trabajos se articulan mediante los deseos y las necesidades personales y colectivas, en forma de calles, de puentes que nos permiten vivir y crecer.” -añade la autora.
Las obras colectivas elaboradas durante los talleres se podrán ver en la sala de Armas de la Ciudadela de Pamplona en el mes de junio. En esta ocasión, también se exhibirán las obras seleccionadas en el Concurso de Arte Joven dirigido a artistas de 16 a 25 años.
