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La consejera Salanueva visita en Tudela los trabajos de construcción del tanque de tormentas

martes, 09 de octubre de 2007

La consejera de Administración Local, Amelia Salanueva Murguialday, ha visitado esta mañana en Tudela las obras, recién iniciadas, del tanque de tormentas. Esta instalación tiene como objetivo evitar las inundaciones que se producen en la localidad ribera en episodios de fuertes lluvias.


La empresa Arian, constructora adjudicataria, tiene previsto finalizar las obras en junio del próximo año, fecha a partir de la cual comenzará una fase de pruebas que culminará con la puesta en marcha definitiva. La función de este tanque será la de retener caudales punta de agua pluvial que, en determinados momentos, colapsan la red de aguas residuales de Tudela y producen inundaciones en garajes, sótanos y bajeras.


En su visita al terreno, Salanueva, que ha estado acompañada del alcalde de la localidad, Luis Casado, ha comprobado cómo las máquinas nivelaban el suelo sobre el que se asentará el tanque. Según ha explicado la consejera, la idea de esta instalación, presupuestada en casi 2,6 millones de euros, surgió en 2003. En aquel año, NILSA, en colaboración con la Universidad de Toulouse (Francia), estudió los problemas que producen las intensas precipitaciones, principalmente en verano y otoño. Las conclusiones se presentaron al Ayuntamiento de la localidad, que dio el visto bueno y ha facilitado en todo momento la construcción del tanque.


Casado ha subrayado, por su parte, la importancia que tiene para Tudela esta infraestructura, cofinanciada por el Ayuntamiento a través de la Junta Municipal de Aguas (un 26% del total), el Departamento de Administración Local (un 24%) y el canon de saneamiento, que gestiona NILSA y pagan todos los contribuyentes (un 50%).


La construcción del tanque, de 4.000 metros cúbicos de capacidad, supone una garantía, no sólo contra inundaciones sino también para la depuración, ya que todo el caudal almacenado llegará hasta la estación depuradora de aguas residuales de Tudela. Si bien las aguas pluviales no necesitan obligatoriamente ser depuradas, su llegada a redes unitarias supone que serán mezcladas con aguas residuales y que todo el caudal será tratado correctamente antes de llegar al Ebro, uno de los ríos más contaminados de España.


Tras la culminación del Plan Director de Saneamiento de los Ríos (1989) con el hito de que Navarra fuera, a 31 de diciembre de 2005, la única comunidad en España en cumplir la normativa europea en depuración de núcleos de más de 2.000 habitantes equivalentes, se abre una nueva etapa en la que cobran especial relevancia los tanques de tormenta. “La existencia mayoritaria de redes unitarias, que aglutinan pluviales y fecales, es una cuestión que ocasiona incidentes en muchas localidades. En la medida de lo posible, vamos a intentar solucionarlos; si bien, la gestión de las redes es competencia municipal, y es por tanto imprescindible que los proyectos se desarrollen de forma conjunta”, ha explicado Andrés Sola, gerente de NILSA.


El tanque tiene una capacidad equivalente a casi dos piscinas olímpicas y se ubica en el barrio de la Azucarera, desde donde estará conectado a la depuradora a través de un colector de aproximadamente dos kilómetros de longitud.


En la visita de obras han estado presentes, asimismo, José María Navarro y Manuel Úcar, presidente y vicepresidente de la Junta Municipal de Aguas respectivamente.


Funcionamiento del tanque


Un tanque de tormentas es una instalación que permite almacenar gran cantidad de agua en momentos puntuales, como puede ser una tormenta, cuando los colectores reciben más caudal del que pueden transportar. El agua que llega a estos tanques procede de la red de saneamiento y, por tanto, aglutina las aguas fecales y las pluviales (en los casos de redes unitarias, que son la mayoría), lo que implica la necesidad de depurarlas antes de que lleguen al río. En este caso, el tanque de tormentas consigue una primera limpieza del agua a través de sus diferentes cámaras, cumpliendo una doble función: almacenaje y depuración. No obstante, el caudal saliente del tanque irá a parar a la depuradora para completar el ciclo habitual de depuración de aguas residuales.


El tanque tiene unas dimensiones de 20,80 x 40,80 metros y una altura de 7,55 metros. Su volumen alcanza los 4.000 m³m tiene un caudal de alivio de 5 m³/seg. y un caudal máximo de salida de 120 litros/seg.


Visita a la oficina de NILSA en Tudela


Tras la visita a las obras, la comitiva se ha desplazado hasta la Avenida Zaragoza donde la empresa pública NILSA, encargada del proyecto, inauguró en agosto su sede ribera. En ella trabajan cinco personas que articulan el trabajo administrativo de un equipo técnico que es responsable de las depuradoras de Bajo Ebro (que da servicio a Cabanillas, Fustiñana, Ribaforada y Buñuel), Bajo Arga (proyectada para Falces, Funes, Caparroso, Marcilla y Peralta), Bajo Ega (Cárcar, Andosilla, San Adrián), Milagro, Cadreita y Valtierra-Arguedas.


La apertura del nuevo local, de unos cien metros cuadrados, supone habilitar un espacio de atención al ciudadano y un lugar de trabajo y recepción para los representantes institucionales y empresas que trabajan con NILSA en la zona Sur. Para concertar una cita, es preciso hacerlo por teléfono, ya que los técnicos tienen su centro de operaciones en ella, pero priorizan el trabajo de campo en las correspondientes instalaciones.


En el ámbito interno, el nuevo local aumenta la operatividad y agiliza la comunicación con la sede central en Pamplona. En este sentido, se van a instalar webcams con la sede central para minimizar el número de desplazamientos del equipo de operación y mantenimiento, lo que supondrá ahorro de costes y de tiempo.



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