Castellano | Euskara | Français | English
Compártelo
El ozono troposférico en Navarra durante el último verano no ha alcanzado el umbral de aviso a la población
miércoles, 31 de octubre de 2007
Durante el último periodo veraniego en Navarra, los niveles de ozono troposférico no han alcanzado en ninguna ocasión el umbral de aviso a la población (180 microgramos por metro cúbico), según el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente. Hay que señalar que el periodo de este año se ha caracterizado por unas condiciones menos calurosas que en años anteriores.
Se da la circunstancia de que en el año 2006 los citados niveles fueron superados dos veces en la Ribera y otras dos en la Comarca de Pamplona, y que en 2005 fue superado en una ocasión en la Ribera y en dos en la Comarca de Pamplona.
Respecto al último periodo veraniego, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente indica que en cuanto a medias horarias los valores máximos de ozono troposférico han sido muy inferiores a los de los dos años anteriores. Así, mientras en el año 2007 (meses de junio, julio y agosto) los niveles de ozono troposférico alcanzaron valores de 126 en la Zona Media, 161 en la Comarca de Pamplona y 166 en la Ribera, los datos correspondientes a dicho periodo veraniego en 2006 dieron las cifras siguientes: 136 en la Zona Media, 209 en la Comarca de Pamplona y 203 en la Ribera. En 2005 y durante dicho periodo, los valores alcanzaron las cifras que se relacionan a continuación: 122 en la Zona Media, 197 en la Comarca de Pamplona, y 200 en la Ribera.
Por otra parte, y respecto a medias diarias, los valores máximos de ozono en la troposfera durante los mencionados periodos han sido igualmente inferiores a los de 2005 y 2006. Concretamente en este año tales valores alcanzaron las cifras siguientes: 58 en la Zona Media, 66 en la Comarca de Pamplona y 87 en la Ribera. En 2006 los valores máximos se situaron en 49 en la Zona Media, 79 en la Comarca de Pamplona y 100 en la Ribera. Los valores máximos en 2005 se expresan numéricamente así: 54 en la Zona Media, 70 en la Comarca de Pamplona y 97 en la Ribera.
Como se sabe, la formación de ozono en la troposfera está directamente relacionada con la radiación solar elevada, que es máxima en el periodo estival y alcanza sus valores máximos en los días en que se registran las mayores temperaturas del año.
Hay que recordar que el ozono es un gas incoloro formado por tres átomos de oxígeno, de olor irritante y muy reactivo. Sus efectos pueden ser nocivos o beneficiosos según la posición que ocupa en la atmósfera. Así, se habla de ozono bueno cuando este gas se encuentra en la estratosfera a una altura comprendida entre 12 y 40 km. En su zona media se concentra formando la denominada ozonosfera o capa de ozono, que protege de la radiación ultravioleta. Sin embargo, el denominado ozono malo se forma en la troposfera, que se extiende desde el suelo hasta una altura comprendida entre los 100 y los 3.000 metros. Dicho contaminante se forma por oxidación de compuestos orgánicos volátiles en presencia de óxido de nitrógeno y luz solar.
A causa del riesgo que el ozono comporta para la salud, la Unión Europea elaboró una directiva adoptada en España. Según esta directiva se debe establecer un procedimiento para la vigilancia de las concentraciones de ozono, así como para mejorar y reducir los niveles de este gas cuando sea preciso, e informar a la población en caso de superación de los umbrales legales. Tales umbrales son los siguientes: protección de la salud, a partir de 120 microgramos de ozono por metro cúbico; información a la población, a partir de 180 microgramos por metro cúbico; y alerta a la población a partir de 240 microgramos por metro cúbico.
Las concentraciones elevadas del ozono troposférico provocan problemas respiratorios y exacerbación del asma, y pueden causar ligeras irritaciones en las mucosas del sistema respiratorio que provocan tos y sequedad de boca. Con concentraciones todavía mayores, se puede causar un empeoramiento de la función pulmonar, malestar general, dolor de cabeza, disminución del rendimiento, fatiga o mareos.
