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Dentro del programa "Música en Acción", Baluarte acoge los días 10, 11 y 12 de enero la ópera infantil "Brundibar"
miércoles, 09 de enero de 2008El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, ha presentado la ópera “Brundibar”, que, dentro del programa “Música en Acción”, se va a representar en el Auditorio Baluarte los días 10 y 11 de enero, a las 10:00 y a las 11:30 horas.
El consejero y Ela Weissberger posan con los niños que cantan en la ópera.
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Las fechas y horarios de representación de esta ópera infantil para los Conciertos en Familia son el 11 de enero a las 19:30 horas y el 12 de enero a las 12:00 horas.
Han acompañado al consejero en la presentación Ela Weissberger, única superviviente del campo de concentración en el que por primera vez se representó la ópera y quien actuó en la misma en el papel de gato; el asesor del programa, Fernando Palacios; el director musical, Ernest Martínez, y el director escénico, Eduardo Bazo.
En la coproducción de este espectáculo, por el que van a pasar 6.000 niños de Primaria (entre 8 y 12 años), participan el Teatro Real de Madrid, la Fundación Ópera de Oviedo, la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) y el Gobierno de Navarra a través del Departamento de Cultura y Turismo.
Con un presupuesto de 120.000 euros, “Brundibar” va a poner en el escenario de Baluarte a más de novecientas personas, de las que ochocientos son niños pertenecientes a colegios de Pamplona. En dos grupos de 400, uno por cada representación, los niños interpretan la canción final. Pertenecen a los colegios: Ursulinas, Santa María la Real, San Cernin, Ikastola San Fermín, Jaso Ikastola, Iturrama y Santo Tomás. Junto a ellos, la parte musical la ponen la Orquesta Sinfónica de Navarra y la Escolanía del Orfeón Pamplonés. La ejecución es obra de la Ópera de Cámara de Madrid.
"Brundibar" es una ópera para niños que habla de la libertad, la responsabilidad y de la solidaridad. Aún con toda la carga que supone el holocausto nazi, se le ha dado un matiz de cierta actualidad, ya que puede extrapolarse a la impasibilidad ante fenómenos como el bullyng en las escuelas o las grabaciones de violencia.