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La consejera García Malo visita en Mali proyectos de salud, educación, seguridad alimentaria y acceso al agua potable financiados por el Gobierno de Navarra
viernes, 01 de febrero de 2008La consejera de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte, María Isabel García Malo, ha visitado esta semana en Mali varios proyectos de cooperación internacional al desarrollo de los ámbitos de salud, educación, seguridad alimentaria y acceso al agua potable, financiados en este país africano por el Gobierno de Navarra.
La consejera García Malo, con un grupo de niñas y niños de la Casa de Acogida de Niamaná.
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Como se sabe, García Malo se encuentra en Mali desde el pasado día 25 conociendo sobre el terreno los seis proyectos de cooperación internacional al desarrollo financiados por el Gobierno de Navarra con un total de 1,3 millones de euros, y promovidos por Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo (ONGDs) implantadas en la Comunidad Foral. Acompañan a la consejera en este viaje la directora general de Asuntos Sociales y Cooperación al Desarrollo, Marta Álvarez Alonso; el director del Servicio de Cooperación Internacional al Desarrollo, Andrés Carbonero Martínez; la jefa de Gabinete de la consejera, Raquel Pérez Ayerra; y Juan Ignacio San Miguel Pascual, vocal del Consejo Navarro de Cooperación al Desarrollo y miembro de la ONGD “Fundación Acción contra el Hambre”.
Casa de Acogida para niñas y jóvenes en Niamaná
En primer lugar, la consejera García Malo visitó el sábado las instalaciones de la Casa de Acogida para niñas y jóvenes en Niamaná, localidad situada a 5 kms de Bamako, la capital del país. Este proyecto ha sido promovido por la ONGD Asociación VIDES (Voluntariado Internacional para el Desarrollo de la Educación), cuyo socio local es el Instituto de las Hijas de María Auxiliadores (Hermanas Salesianas de Don Bosco), y subvencionado por el Gobierno de Navarra con 149.366 euros.
La casa de acogida, cuya responsable es la hermana Bernarda García, está destinada a niñas y jóvenes de entre 13 y 20 años, que son vulnerables económicamente, que llegan desde zonas rurales a Niamaná para estudiar o aprender un oficio, o que viven en una situación difícil. La casa, cuya finalidad es la promoción e integración social de las mujeres, tiene una capacidad para 82 niñas, atendidas por cuatro personas. El proyecto se inserta en un programa de promoción de chicas adolescentes y jóvenes, que les ayuda a convertirse en mujeres autónomas y sujetos activos del desarrollo económico y social de su comunidad. Las actividades que se realizan son formativas, socioculturales y deportivas, de orientación y seguimiento, así como de formación de educadores y familias.
García Malo, con el alcalde y autoridades del poblado de Taboyé y la delegación navarra, visitan el proyecto de saneamiento y acceso al agua, dentro del proyecto general de participación de la sociedad civil del valle del río Níger.
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Niamaná cuenta con una población de 1.323 habitantes que no disponen de agua corriente. Para abastecerse, las mujeres deben recorrer kilómetros a pie para llenar barriles de pozos o perforaciones que cubran las necesidades domésticas y familiares. La electricidad prácticamente no existe, y sólo las familias que disponen de un grupo electrógeno o una plancha solar tienen electricidad, y tampoco hay red telefónica. La mayoría de la población vive de la agricultura, sobre todo de cultivos de hortalizas como las verduras y el arroz, así como de ganado bovino, caprino y ovino a pequeña escala. La cobertura sanitaria es muy escasa, y las enfermedades que asolan la localidad son el paludismo y las relacionadas con las malas condiciones del agua. En cuanto a la cobertura educativa, Niamaná carece de servicios en el ámbito de la educación.
Proyectos de seguridad alimentaria, enseñanza y acceso al agua potable en la zona noreste de Mali
Tras conocer la Casa de Acogida en Niamaná, la consejera García Malo se desplazó a las regiones de Gao y Kidal, situadas en la zona noreste del país, donde ha visitado tres proyectos centrados en mejorar la seguridad alimentaria, refuerzo de la calidad de la enseñanza técnica y profesional agropecuaria, y la participación de la sociedad civil del valle del río Níger.
Tanto Gao como Kidal pertenecen a la franja ecoclimática del Sahel, lo que se traduce en una escasez de recursos hídricos y de vegetación, y un riesgo estructural de sequía. El carácter irregular e imprevisible de las lluvias es causa de una gran vulnerabilidad, y dos sequías graves han marcado los últimos treinta años. La producción de cereal no cubre las necesidades locales de alimentos básicos y la región depende del exterior.
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