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El Gobierno de Navarra inyecta 3.012 millones de euros netos en la economía regional para hacer frente a la crisis
lunes, 21 de julio de 2008Al Plan Navarra 2012 se suma hoy el paquete de medidas fiscales aprobado por el Gobierno, que incluye la reducción del IRPF, un plan de rehabilitación de viviendas, la aceleración de la amortización de activos en el Impuesto de Sociedades y un crecimiento de la línea de avales para nuevos proyectos empresariales
El conjunto de las medidas arbitradas por el Gobierno de Navarra para hacer frente a los efectos de la crisis económica significan una inyección de 3.012 millones de euros netos a la economía regional en el periodo 2009-2011, una cifra equivalente al 5,9% del PIB anual. Esta inyección financiera supone un impacto económico de 5.260 millones de euros brutos (10,3% del PIB), según ha informado esta mañana el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Hacienda, Álvaro Miranda Simavilla, al término de la sesión semanal del Gobierno de Navarra en la que se ha aprobado un nuevo paquete de medidas fiscales para hacer frente a la crisis.
El capítulo más importante de esta inyección financiera lo constituye el Plan Navarra 2012, un ambicioso programa de infraestructuras públicas con un importe neto de 2.500 millones de euros (4.508 millones brutos), y en segundo término el paquete de medidas fiscales aprobado hoy por el Gobierno de Navarra que asciende a 512 millones de euros. Ambas medidas han sido acordadas con el Partido Socialista de Navarra.
Este paquete de medidas fiscales, englobadas en la Ley Foral de Medidas de Reactivación de la Economía Navarra 2009-2011, que ha aprobado hoy el Ejecutivo foral, comprende cuatro iniciativas: una reforma del IRPF para favorecer la situación económica de las personas y las familias que concreta la reducción del impuesto hasta 440 euros mediante una fórmula progresiva que beneficiará a las rentas más bajas; un plan extraordinario de rehabilitación de vivienda, dirigido a reactivar el sector de la construcción y fomentar el empleo; una aceleración de los plazos de amortización de activos en el Impuesto de Sociedades, y un plan de concesión de avales dirigido a estimular la puesta en marcha de nuevos proyectos empresariales.
