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El consejero Corpas visita los trabajos de conservación de las pinturas de la parroquia de San Julián de Ororbia
viernes, 21 de noviembre de 2008El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, ha visitado esta mañana los trabajos de conservación de las pinturas murales góticas de la parroquia de San Julián de Ororbia, datadas en el siglo XIV, hacia 1335, y de unos 35 metros cuadrados de extensión. El presupuesto de los trabajos asciende a 66.000 euros, de los que el Gobierno de Navarra aporta 60.000.
Pintura mural de la iglesia de San Julián de Ororbia.
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Estas pinturas, localizadas en los muros de la cabecera de la parroquia de San Julián, son obra del maestro del refectorio de la catedral de Pamplona, Juan Oliver. Están protegidas por el retablo mayor, del siglo XVI. En su día todo el templo estuvo pintado. Los expertos consideran que se trata de las mejores pinturas murales góticas conocidas en Navarra, y el hecho de conservarse en el lugar en que fueron realizadas permite conocer las características del arte mural de la época.
Tras el montaje de un nuevo andamio en la trasera del retablo en el mes de mayo, el 16 de junio comenzó el tratamiento de conservación de las pinturas, que concluye el 21 de noviembre. Los trabajos han sido ejecutados por los técnicos de la empresa Artelan Restauración, S. L., con la supervisión del Servicio de Patrimonio Histórico del Departamento de Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana. El estudio histórico artístico corre a cargo del doctor en Historia del Arte Carlos Martínez Álava.
El estado de conservación de las pinturas era malo. El picado de enlucidos y muros ha privado de parte de superficie pintada, que ha quedado limitada a la zona oculta por el retablo. Se apreciaban numerosos roces, rasguños y raspaduras. Otros procesos de alteración que habían actuado sobre el conjunto estaban directamente relacionados con la acción de la humedad tanto por infiltraciones generados por daños en la cubierta y muro norte, problemas que habían sido ya solucionados. Por todo ello, el soporte se encontraba muy fragmentado y totalmente separado del muro. Todo el conjunto ofrecía un aspecto ennegrecido debido a la suciedad incrustada y el polvo depositado sobre la superficie, distorsionando la visión general de las pinturas e impidiendo una clara identificación de sus escenas.
Los objetivos de la intervención han sido los siguientes: frenar los daños y sus causas de deterioro; recuperar la integridad físico-material, mediante la fijación y consolidación de los materiales que componen la obra, y recuperar la unidad potencial y la calidad estética sin ocultar las huellas del paso del tiempo.
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