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Desmontado el andamio de las obras de restauración del retablo de la iglesia de Santo Domingo de Pamplona
martes, 23 de diciembre de 2008Tras la retirada de andamios, iniciada ayer, durante las fiestas de Navidad podrá verse el retablo restaurado de la iglesia de Santo Domingo de Pamplona, a falta de una parte vallada en el presbiterio, que se retirará a finales del mes de enero. Los trabajos se enmarcan dentro del programa de restauración y protección del patrimonio mobiliario del Gobierno de Navarra.
El presupuesto de los trabajos asciende a 135.836 euros, financiados por el Gobierno de Navarra a través del Departamento de Cultura y Turismo, y ejecutados por Artelan Restauración, S.L.
El retablo fue declarado Bien de Interés Cultural en 2001. Su estado de conservación se vio afectado por la humedad y el paso del tiempo. En conjunto el retablo presentaba algunos problemas estructurales, un intenso y activo ataque de xilófagos, y ofrecía un aspecto apagado debido a la suciedad acumulada, principalmente de tipo graso (hollín y gran cantidad de cera), a lo que hay que añadir el efecto de barnices aplicados de forma irregular. Además, a lo largo de los años se han realizado intervenciones puntuales consistentes en retocar e incluso repintar completamente con purpurina zonas desgastadas y pequeñas faltas.
Se ha llevado a cabo un tratamiento completo de conservación y restauración con el triple objetivo de recuperar su integridad físico-material mediante la fijación y consolidación de los materiales que componen la obra, frenar los daños y sus causas de deterioro, y recuperar su unidad potencial y calidad estética sin ocultar las huellas del paso del tiempo.
El retablo, renacentista en origen, se reformó posteriormente al gusto barroco del siglo XVIII. Con su planta en ochavo, el retablo se adapta a la cabecera poligonal. Se compone de banco, dos cuerpos de cinco calles y ático de amplio desarrollo coronado por frontón. El banco, ochavado, está articulado por cuatro ménsulas avolutadas en las que se inscriben cuatro atlantes. Los dos exteriores son guerreros con escudos en forma de cartelas y los dos centrales son mancebos portando cartelas. Entre las ménsulas se disponen tableros cuadrangulares, dos a cada lado, entre columnas jónicas. Por debajo y encima del banco corren sendos frisos decorados con bellos motivos renacientes, el inferior con cartelas entre angelotes y el superior con telas y calaveras.
El cuerpo conserva la mazonería del retablo renacentista a base de arcos sobre pilastras con ángeles en las enjutas, y cajas rectangulares con frisos con cabezas de serafín, rematadas con frontones triangulares. La calle central está compuesta por dos hornacinas rematadas por arcos de medio punto superpuestos.
La escultura de talla y relieves es del XVI, obra de los entalladores Pierres Picart y Fray Juan de Beauves (que ya habían trabajado en la sillería de la catedral de Pamplona), quienes la realizaron entre 1570 y 1574. En los relieves del banco se narra la Pasión de Cristo, y en los cuerpos encontramos la leyenda del peregrino, ligada a la primitiva ermita de Santiago, y santos (apóstoles, dominicos y patronos de la ciudad).
Hacia 1783 el retablo fue reformado según el nuevo gusto barroco, se añadieron las columnas y el entablamento cóncavo que sostienen, así como el gran frontón curvo. En 1784 se procedió al dorado y policromado del retablo de la mano de Begés y Rey.
