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El exceso de humedad y las bajas temperaturas siguen dificultando la labor de agricultores y ganaderos
martes, 10 de febrero de 2009Esta situación está retrasando los abonados y las siembras de trigo-cebada y provocando la pérdida de planta
Un campo de trigo.
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Las bajas temperaturas y las lluvias caídas durante la semana pasada han provocado unos excesos de humedad que están resultando perjudiciales para muchos cultivos, según recoge el informe semanal sobre la situación del campo (correspondiente a la semana del 30 de enero al 6 de febrero) que elabora el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
En el caso de los secanos cerealistas, la humedad está impidiendo y retrasando gran parte de las labores propias de estas fechas, principalmente las relativas a los abonados y tratamientos de herbicidas. Además, está creando dificultades para llevar a cabo siembras de trigo-cebada en regadíos tras la cosecha de maíz y problemas por pérdida de planta en varias parcelas sembradas en la segunda mitad de noviembre.
En concreto, en la Cuenca de Pamplona, Pirineos, norte de Tierra Estella y zonas frescas de la Zona Media, se hicieron algunas aportaciones de nitrogenados a mediados de enero, si bien no se llegó a completar la primera cobertera y, dadas las fechas en las que nos encontramos, se cree que en numerosas parcelas no se podrán realizar las dos coberteras habituales.
En la Navarra Media y en la Ribera, por su parte, se puede dar por finalizada la siembra de cereales en los secanos, pero los continuos encharcamientos están debilitando la planta, llegando incluso a la pérdida de ésta.
En cuanto a los tratamientos herbicidas, la lluvia constante está imposibilitando su aplicación en los cereales, de manera que se espera una incidencia significativa de las malas hierbas (ballueca, vallico, cola zorra, etc.) a lo largo de la campaña.
La humedad también está condicionando el desarrollo normal de las forrajeras en la zona norte, que además se están viendo afectadas por las siembras tardías provocadas por el retraso en la recolección del maíz, la pérdida de planta por asfixia e, incluso, problemas de erosión por escorrentía y arrastres en las pendientes y las riberas de los ríos.
Por otra parte, el informe elaborado por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente indica que la mayor parte de cabaña ganadera se encuentra en los establos como consecuencia del frío, la nieve y el encharcamiento de los pastos y que esta situación está aumentando los costes de producción de purín y estiércol, cuya gestión está resultando complicada.
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