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Las lluvias de las últimas semanas favorecen el desarrollo vegetativo de los cereales miércoles, 22 de abril de 2009
En las áreas del norte, en cambio, se espera el cese de las precipitaciones para proceder al pastoreo masivo de praderas
Estas lluvias -indica el documento- van a permitir contrarrestar las necesidades hídricas de los cultivos, al tiempo que van a facilitar la absorción de los abonos minerales aplicados. Por tanto, se concluye que “las reservas hídricas permiten, de momento, augurar un final de campaña prometedor”. No obstante, señala que “se espera que en breve luzca el sol y aumenten las temperaturas” para conseguir un impulso vegetativo de los cereales.
Otros cultivos, como las habas caballares de la zona de Tierra Estella, los guisantes proteaginosos de la Cuenca de Pamplona o las colzas de zonas frescas de la Navarra Media, se encuentran ya en plena floración y presentan “un buen aspecto”, aunque según advierte el informe las lluvias caídas pueden afectar negativamente a la polinización.
Tras un mes de marzo con escasas precipitaciones, a lo largo de la primera quincena de abril se han acumulado valores pluviométricos superiores a los 100 l/m² en la vertiente cantábrica y en los valles pirenaicos, entre 30 y 40 l/m² en la Cuenca de Pamplona y la Zona Media y entre 10 y 50 l/m² en la Ribera. El documento recoge que estas diferencias vienen marcadas, como consecuencia de las tormentar localizadas, en algunos casos, acompañadas de granizo.
Con esta situación, se ha paralizado la siembra de girasol y, en las áreas del norte, se espera al cese de las lluvias con el fin de iniciar el corte y posterior ensilado de las parcelas de Ray Grass Westerwold más adelantadas, así como proceder al pastoreo masivo de praderas, actividad que permitirá reducir costes de producción y generar menos residuos en las explotaciones.
Finalmente, el informe hace referencia a la campaña del maíz, cuya siembra está en vísperas de iniciarse; al espárrago, que está en plena recogida; y al cardo, cuyos resultados están siendo más discretos que los obtenidos en invierno, como consecuencia de los efectos derivados de las primeras heladas de noviembre pasado, que los dejaron muy afectados.
