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La fachada de Santa María de Sangüesa recibirá a partir del lunes un tratamiento de hidrofugación viernes, 31 de julio de 2009
Se está procediendo a retirar la protección que la ha cubierto mientras se realizaban las obras de urbanización del entorno
La necesidad del tratamiento hidrofugante de esta portada viene dada por las condiciones meteorológicas y el tipo de piedra que conforma la fachada. Según señalan los técnicos, en la piedra de la fachada, por el escaso tamaño de poro detectado, es inevitable que la humedad o agua líquida que pueda absorber sea de difícil evaporación, y el cemento carbonatado que la conforma tenderá a diluirse. Además las heladas, al aumentar el volumen del agua retenida, ayudan a fisurar y desplacar esta litología.
La portada se ha conservado durante nueve siglos, lo que ha hecho que el material pétreo que la forma se encuentre muy debilitado y alterado, por lo que la aplicación de este tratamiento, que minimiza la entrada de agua pluvial y humedad ambiental, pero deja pasar el vapor de agua del interior al exterior de la piedra, favorecerá y ayudará a su conservación futura, siempre y cuando este tratamiento se mantenga en buenas condiciones.
Las áreas que se van a tratar serán las de piedra vista, las más expuestas de la portada, por lo que la hidrofugación tendrá una duración determinada dado el lavado por agua pluvial que soporta.
El hidrofugante es un organosiloxano oligomérico de bajo peso molecular (SILO 111), en solución al 10 % en esencia trementina mineral desaromatizada, y la aplicación se efectúa mediante aspersores manuales y en zonas complicadas con brochas, recogiendo los excesos.
El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Cultura y Turismo, ha invertido 628.115 euros en la restauración de la fachada de Santa María. Se ha realizado una limpieza general, la restauración y la consolidación de la piedra de la portada. Asimismo, se eliminaron rejuntados de cemento, que aportaban sales perjudiciales a la piedra, y se sustituyeron por mortero de arena y cal; se retiró con un punto de luz láser la "costra negra", mezcla nociva de yesos y materia procedente de la combustión de carbones, que impregnaba la piedra; se aplicaron consolidantes químicos, como silicatos, para evitar que se fragmente; se reforzaron partes débiles, y se colocó un sistema eléctrico para alejar a las aves.
