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Los frentes fríos y precipitaciones provocan suelos pesados y blandos que dificultan las labores agrícolas
viernes, 15 de enero de 2010
En secano, la aplicación de herbicidas y abonos es dificultosa y en regadío, la recolección se realiza en condiciones desfavorables
Las bajas temperaturas y precipitaciones que han caracterizado los días comprendidos entre el 8 y el 15 de enero han afectado a la actividad del campo, tanto en cultivos cerealistas como en regadío, según se desprende del informe del campo que elabora de forma semanal el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
Así, por un lado, las precipitaciones en forma de lluvia y nieve han provocado que la actividad en campo en secano sea escasa debido a la presencia de suelos muy pesados que dificultan las labores. Al mismo tiempo, las heladas han provocado daños en algunos cultivos de regadío y suelos blandos, que también dificultan el trabajo de las máquinas recolectoras.
Concretamente, en cultivos de secano, los suelos pesados impiden la actividad propia de esta época (aplicación de herbicidas y aportación de abonados nitrogenados), con lo que se espera el cese de las precipitaciones y el drenado de los suelos para poder iniciar esta labor. A su vez, las intensas lluvias y el deshielo de la nieve ha provocado en los campos cerealistas numerosos encharcamientos en zonas bajas y suelos arcillosos que, de prolongarse en el tiempo, podrían provocar pérdidas en los cultivos por asfixia radicular.
Respecto a los llamados cultivos alternativos, las bajas temperaturas registradas durante este periodo no han provocado casi daños en cultivos como habas caballares y colzas, especialmente sensibles a esta incidencia. La mayoría de las parcelas presentan en la actualidad los estados fenológicos más apropiados para hacer frente a estas bajas temperaturas, a la vez que la nieve que las ha cubierto en días pasados ha servido de protección.
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