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Finaliza la restauración de la talla de Virgen de la O, ubicada en Pamplona martes, 07 de diciembre de 2010
Los trabajos han sacado a la luz novedades sobre la escultura
El consejero Corpas, ante la talla de la Virgen de la O, junto a Lozano y Villanueva.
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El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, ha visitado en fechas recientes, junto con el director general de Cultura, Pedro Lozano, y el párroco de San Lorenzo, Santos Villanueva, la ermita de la Virgen de la O de Pamplona, en la que se encuentra recién restaurada la talla de la Virgen del mismo nombre. La restauración se ha sumado a las realizadas este año a las imágenes de la Virgen de Ujué y Santa María de Roncesvalles.
Al realizarse las labores de restauración y tras ser visitada la talla por la especialista en imaginería medieval mariana, Clara Fernández-Ladreda, se descubrió que se trata de una imagen de parteluz, como denota la disposición de su trasera, sin tallar. La posibilidad de analizar la pieza de muy cerca y con buena iluminación, hizo ver también que su calidad artística es mejor de lo que se valoraba. Es una imponente talla en piedra caliza policromada, una de las pocas vírgenes erguidas de piedra que se conservan en Navarra, de la que el reciente análisis pone de manifiesto que, dada su calidad, resulta complicado mantener que su encargo se deba a la Cofradía de Labradores de San Cernin de Pamplona. La doctora Fernández-Ladreda apunta la hipótesis de que pudiera proceder de la claustra de la parroquia de San Saturnino de Pamplona, que se demolió en el siglo XVIII para alzar en su lugar la capilla de la Virgen del Camino y, en ese sentido se asimilaría a la Virgen de la Puerta del Amparo del claustro catedralicio, con la que por otro lado se la relaciona estilísticamente, aunque no se las considera de la misma mano. En cualquier caso, se trata de datos que están ahora en estudio.
Por otro lado, se ha descubierto que en origen tenía corona tallada de piedra y que presenta en la base una serie de escudos también tallados en piedra, si bien carentes de elementos heráldicos que permitan su identificación.
Cabe concluir que esta intervención, además de garantizar la conservación de esta imagen y su transmisión a las generaciones futuras en las mejores condiciones posibles, ha propiciado su mejor conocimiento y valorización.
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