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Las escuelas taller de Pamplona cumplen 25 años miércoles, 23 de marzo de 2011
Más de 1.500 alumnos se han formado en las áreas de albañilería, carpintería, cantería, forestal, soldadura o fontanería e instalaciones solares térmicas
Las dos escuelas taller de Pamplona, cofinanciadas por el Gobierno de Navarra, a través del Servicio Navarro de Empleo, el Consistorio y el Fondo Social Europeo, han formado a más de 1.500 alumnos desde 1986, año en el que se puso en marcha la primera de ellas, de Rehabilitación del Casco Viejo. El Gobierno de Navarra, desde 1998, año de entrada en funcionamiento del Servicio Navarro de Empleo (SNE), ha invertido en el proyecto 11 millones de euros, sobre una inversión de 24 millones.
El consejero de Innovación, Empresa y Empleo, José Mª Roig Aldasoro, y la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina Angulo, han participado en el acto conmemorativo del 25 aniversario de la creación de las escuelas. Al evento ha asistido además el director de la Escuela Taller de Construcción, Natxo Barberena.
Actualmente, existen en Pamplona dos escuelas taller: la de Construcción-Rehabilitación, que ofrece especialidades de albañilería-rehabilitación y reformas (30 plazas), carpintería de madera-montaje y restauración (15 plazas) y cantería y conservación del patrimonio (15 plazas) y la Escuela Taller de Forestal, Soldadura y Fontanería e Instalaciones Solares Térmicas, en la que los alumnos se forman en estas tres áreas con 14 plazas en cada uno de los grupos.
Incorporación de nuevas especialidades
El primer centro se denominó Escuela Taller de Rehabilitación del Casco Viejo, tuvo una duración de tres años y el número de plazas fue de 48. Ofrecía formación en albañilería especialidad en acabados, albañilería especialidad en ladrillo caravista y carpintería de madera. En 1988 se aprobó la primera normativa sobre este tipo de escuelas y fijó la duración en un máximo de dos años. También en 1998 se puso en marcha una segunda escuela taller municipal con especialidades relacionadas con el medio ambiente: jardinería, riberas y forestal-cañadas.
Desde 1986 hasta ahora se han llevado a cabo nueve ediciones de la Escuela Taller de Construcción y seis de la Escuela Taller de Medio Ambiente, que ha ido incorporando nuevas especialidades como fontanería e instalaciones solares térmicas, que se han puesto en marcha en la última edición.
Aunque en total las plazas iniciales han sido unas 800, la realidad es que los y las jóvenes formadas han ascendido a más de 1.500. Esto es debido a que, cuando una persona matriculada causa baja, su lugar es ocupado por otra. La inserción laboral del alumnado ha estado siempre por encima del 85% e incluso superado el 90%, salvo en las últimas promociones que, coincidiendo con las crisis, han alcanzado el 77% en forestal y soldadura y el 65% en la Escuela Taller de Construcción.
La formación adquirida revierte en la ciudad
Las escuelas taller ofrecen formación a jóvenes de ambos sexos con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años y que reciben un salario mientras aprenden un oficio. El curso tiene una duración de dos años: durante los seis primeros meses los alumnos reciben una beca de formación y, a partir de este periodo, son contratados (contrato de formación con renovaciones semestrales) y trabajan de 7,40 a 15 horas percibiendo una retribución similar al Salario Mínimo Interprofesional.
Entre la formación, que tiene un total de 3.600 horas, hay clases teóricas donde se abordan los conocimientos técnicos necesarios para cada especialidad, los talleres en los que se ponen en práctica los conocimientos adquiridos, las clases de refuerzo sobre conocimientos básicos, la formación en prevención de riesgos laborales, la formación sociopersonal y los cursillos sobre temas especializados (alfabetización informática, etc.).
Además, mientras se capacitan, el alumnado de las escuelas taller trabaja en iniciativas que revierten en la ciudad. Así, por ejemplo, entre las más importantes realizadas por la de Construcción se pueden citar las rehabilitaciones de Carmelitas; del Cuerpo de Guardia, la Puerta de Socorro y otros espacios de la Ciudadela; del Monasterio Viejo de San Pedro o del puente de San Pedro. Otras obras han sido el acondicionamiento de varias bajeras municipales para diversos usos y de un centro socio-comunitario en la Chantrea, así como de la sede de la Policía Municipal. Asimismo, los jóvenes han participado en la readaptación y acondicionamiento de apartamentos tutelados municipales, en la restauración y réplica de la Carraca de S. XVIII de la Catedral, en el palomar de la Taconera, en la restitución de ventanas del Colegio de San Francisco o en Unidades de Barrio, entre otros espacios.
En Pamplona también puede verse el trabajo realizado por los alumnos de Forestal en el mantenimiento de zonas verdes como el parque de la Magdalena, la campa de Goñi o el Chalet de Gridillas en San Jorge. La especialidad de Soldadura ha dejado su trabajo en las barandillas de la calle Iturrama, en protectores del arbolado, en las puertas del cementerio y de la Ciudadela o en mesas de pic-nic de distintas zonas, entre otros ejemplos. Por último, los alumnos de fontanería e instalaciones solares térmicas han realizado trabajos en los apartamentos tutelados de Txoko Berri, en pisos de propiedad municipal, en el cementerio y en edificios del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Pamplona.
Nota de prensa:
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