Sin agencia propia

Navarra no dispone de una agencia de evaluación de nuevas tecnologías propias, debido a la pequeña dimensión de la Comunidad Foral, por lo que, para fundamentar decisiones sobre tecnologías relevantes, los responsables sanitarios se basan en informes de distintas agencias.

Desde hace tres años, se ha establecido la exigencia de contar con un ‘informe previo’, avalado por el Departamento, a la incorporación de cualquier tecnología que implique la adquisición de un producto nuevo no incluido previamente en el catálogo del servicio de aprovisionamientos.

Esta medida ha logrado racionalizar la solicitud de nuevos productos, “disminuyendo la presión sobre los clínicos de las firmas comerciales y lo que es más importante, ha transmitido a los profesionales el mensaje de la necesidad de que las decisiones sean fundadas y están suficientemente avaladas, aunque este procedimiento todavía es percibido por buena parte de nuestros profesionales como un proceso burocrático que supone un freno a la innovación”, aseguran desde el Departamento.

Evaluación para garantizar la sostenibilidad

Conforme a las previsiones del sistema público de salud de Navarra, en diez años la demanda y la tecnificación de los servicios sanitarios “habrá crecido de forma tan importante que los recursos dedicados no serán suficientes”. Con esta premisa, la directora general ha abogado por garantizar la sostenibilidad de un sistema sanitario a través de la responsabilidad individual y colectiva de profesionales y pacientes en el uso de los recursos públicos.

“La solución al problema de la sostenibilidad no puede, por tanto, limitarse al ámbito económico ni depender únicamente de una creciente dotación presupuestaria al sistema”, ha dicho.

Ibarrola ha abogado por trabajar en “un triple frente de actuación”: promoción de la vida saludable y el envejecimiento activo; la modificación del actual modelo de prestación, “paternalista, medicalizador e involuntariamente inductor de la demanda”; y generalización y sistematización de “la evaluación tecnológica y de resultados”, ante la profusión de nuevas técnicas, tecnologías y procedimientos y la “lenta capacidad de reacción“ de la administración sanitaria. “No aplicamos a las nuevas técnicas y procedimientos el principio de prudencia que utilizamos cuando de la incorporación de un nuevo medicamento se trata”, ha reconocido, motivo por el que ha demandado la creación del NICE español.

La directora general de Salud ha explicado que el Gobierno de Navarra apuesta “de manera decidida por el desarrollo de tecnologías socialmente eficientes e iniciativas innovadoras de alto valor añadido coherentes con las estrategias de salud” y por el desarrollo de la Estrategia Integral de Gestión del Conocimiento, “que va poner en marcha sistemas, herramientas y servicios para acercar el máximo posible el conocimiento al momento de la toma de decisión clínica, proveer herramientas de ayuda al clínico vinculadas en lo posible al acto asistencial (protocolos informatizados, sistemas expertos, etc) y facilitar la revisión y actualización del conocimiento”.

“No basta con reclamar de los clínicos un ejercicio profesional basado en la evidencia también los gestores debemos esforzarnos y desarrollar nuevas estrategias de gestión que permitan vincular financiación con resultados, con una concepción de calidad integral. Ello exige un salto cualitativo en el desarrollo de los sistemas de evaluación tecnológica”, ha concluido.