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El Gobierno de Navarra tiene concertadas 100 de sus 161 plazas para atender a personas mayores con gran o severa dependencia
Personas mayores.
El consejero de Políticas Sociales, Íñigo Alli Martínez, ha participado este mediodía en la entrega a Sanitas Residencial Luz de Estella la acreditación “Centro libre de sujeciones” otorgada por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).
El Gobierno de Navarra tiene concertadas, a través de la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas, 100 de las 161 plazas de Sanitas Residencial Luz de Estella para personas mayores con gran o severa dependencia .
En su intervención, el consejero Alli ha mostrado su convicción de que "las nuevas prácticas que evitan la sujeción van a dignificar y mejorar la calidad de vida de muchas personas con dependencia, mayores y enfermos". Asimismo, ha asegurado que "el Departamento de Políticas Sociales continuará apoyando este tipo de iniciativas".
En el acto de entrega también han participado la alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza; una vocal de la junta directiva de CEOMA, Maribel Perea; y el director general de Sanitas Residencial, Domènec Crosas. Por su parte, la directora del centro, Esther Pinillos, ha recogido la distinción.
Residencial Sanitas Luz de Estella ha recibido este reconocimiento por su proyecto "Por una residencia sin sujeciones", que ha conseguido eliminar el uso de las sujeciones y cambiar la filosofía de cuidados del centro. De este modo, ninguno de los 94 residentes que utilizaban sujeciones las necesita ahora.
Regulación del uso de las sujeciones físicas
Cabe recordar que el Gobierno de Navarra aprobó en septiembre de 2011 un decreto foral que regula el uso de las sujeciones físicas como cinturones, chalecos, sábanas fantasma o barandillas destinados a personas con alguna discapacidad física y písquica y a la tercera edad.
Esta norma, pionera en el conjunto de España, tiene por objeto eliminar, al máximo, este tipo de sujeciones, ya que su uso excesivo puede provocar depresión, ansiedad, desorientación, incontinencia o llagas entre los destinatarios, además de vulnerar derechos fundamentales y principios constitucionales, como el derecho a la libertad física, a no sufrir tratos inhumanos o degradantes, y al libre desarrollo de la personalidad.