La escuela de verano

La escuela ofrece una atención personalizada y pedagógica a los niños, que son atendidos por 12 profesionales y 120 voluntarios, entre ellos, orientadores, psicopedagogos y profesionales de educación especial.

Persigue un doble objetivo: por un lado, ofrecer una atención adecuada a los niños y, por otro, crear un grupo de profesionales que conozca la realidad del autismo, con sus posibilidades terapéuticas y pedagógicas.

La escuela dispone de seis-siete aulas con capacidad para seis menores. Cada una está dirigida por una tutora y una cuidadora, cuya labor es apoyada por voluntarios, con un ratio de un profesional (dos en ocasiones) por niño inscrito en el curso.

Se imparten aprendizajes relacionados con el desarrollo de los hábitos de autonomía (ir al baño, lavarse los dientes, cambiarse de ropa, comer de forma independiente, etc.), el trabajo personal (psicomotricidad, hábito de trabajo, concentración, etc.), actividades pre-académicas y académicas (lectoescritura, grafomotricidad), habilidades sociales y se realizan distintos juegos.

El autismo

Según las estimaciones existentes, en Navarra hay 200 familias afectadas. Se considera que el diagnóstico precoz es fundamental y, para ello, se realizan revisiones periódicas a los niños a los 15, 18 y 24 meses. Las principales características de las personas con autismos son las siguientes:

- Relativa fortaleza y preferencia por el procesamiento de la información visual, en contraposición con las dificultades presentes en cuanto al procesamiento auditivo, particularmente del lenguaje.

- Acentuada atención a los detalles y dificultad en la comprensión de cómo estos detalles encajan juntos, a lo que también se refiere como déficit en la coherencia central.

- Dificultad para combinar e integrar ideas.

- Dificultad para secuenciar y organizar ideas, materiales y actividades.

- Dificultades para atender. Algunas personas presentan problemas de distracción, otras tienen dificultad para cambiar el foco de atención eficientemente de una cosa a otra.

- Problemas con la comunicación, que pueden variar dependiendo del nivel evolutivo de la persona, pero que generalmente afectan al uso social del lenguaje (pragmática) y al uso correcto de las palabras (semántica), a la comprensión y utilización de la comunicación no verbal, e implican una relativa dificultad para comprender y elaborar lenguaje abstracto o sutil, y retrasos en el desarrollo del vocabulario y de la gramática.

- Dificultades para comprender el concepto del tiempo. Esto puede implicar la realización de las actividades de manera demasiado rápida, lenta, o incluso problemas en cuanto a la diferenciación del principio, medio o final de una actividad.

- Tendencia a adherirse a rutinas. En este sentido, pueden tener dificultad en cuanto a la transferencia o generalización de actividades aprendidas en determinada situación a otros ámbitos, así como dificultades para interrumpir rutinas, que puede resultar en disgustos, confusión o ansiedad.

- Intereses e impulsos muy fuertes a realizar actividades preferidas.

- Marcadas preferencias y aversiones sensoriales.