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Una delegación brasileña ha conocido la gestión del Consorcio de Residuos de Navarra martes, 19 de noviembre de 2013


Este grupo técnico, responsable del Plan nacional de residuos de Brasil, ha visitado la estación de transferencia de Tafalla y la planta de compostaje de Cárcar


Un experto explica a la delegación cómo descarga el camión en la tolva de la planta de transferencia de Tafalla. ( ampliar imagen )

Una delegación brasileña, compuesta por cuatro técnicos responsables de la puesta en marcha del Plan nacional de residuos de Brasil, ha visitado en fechas recientes la estación de transferencia de Tafalla y la planta de compostaje de Cárcar para conocer la gestión del Consorcio de Residuos de Navarra.

En la estación de transferencia de Tafalla, el grupo de expertos ha estado acompañado por el gerente del consorcio y gerente también de la empresa pública del Gobierno de Navarra NILSA (Navarra de Infraestructuras Locales, S.A.), Andrés Sola. En este lugar, la delegación ha observado el vaciado de un camión en una tolva, proceso tras el que la basura se compacta mediante una prensa. Hasta hace cuatro años los camiones de recogida de basura llevaban su carga directamente al vertedero, donde se depositaba sin ningún tipo de tratamiento y todos los productos contaminantes acababan su vida útil intoxicando al resto. Con esta planta de transferencia, toda la Zona Media dispone de un sistema de tratamiento final de los residuos orgánicos. En este sentido, cabe indicar que lo mismo sucede en la Zona Norte, con la planta ubicada en Santesteban, y en Zona Oriental, con la planta ubicada en Sangüesa.


Andrés Sola (en el centro), con la delegación brasileña y expertos ambientales y responsables de la estación de transferencia de Tafalla. ( ampliar imagen )

En la planta de compostaje de Cárcar, uno de los puntos finales de los residuos orgánicos de Navarra junto con la planta de biometanización de El Culebrete, en Tudela, la delegación ha conocido el tratamiento biológico que se utiliza. Consiste en un procedimiento aeróbico (con oxígeno) y que puede ser aplicado a cualquier residuo orgánico biodegradable. De este tratamiento se obtiene dióxido de carbono, vapor de agua, compost (o material bioestabilizado) y calor. Para ello, la materia orgánica es sometida a un pretratamiento (eliminación de materiales no compostables, como envases o latas) y se dispone en pilas, que forman hileras, a las que se voltea periódicamente, lo que permite oxigenar, homogeneizar y reducir el tamaño de las partículas. Cuando se alcanzan los niveles establecidos de estabilización e higienización, se da por finalizado el proceso.

La visita se enmarca en el marco de un programa de cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Previamente a su visita a la Comunidad Foral, la delegación se había reunido en Madrid con un equipo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como con la asociación de reciclaje Ecoembes.

Consorcio de Residuos de Navarra

El Consorcio de Residuos de Navarra, cuya gerencia corresponde a la empresa pública NILSA, nació en 2006 como una iniciativa del Gobierno de Navarra para gestionar los residuos de acuerdo a la normativa europea.

Desde su inicio, el consorcio ha creado la infraestructura necesaria para el correcto tratamiento de los residuos. Para ello, ha construido tres estaciones de transferencia y dos muelles de descarga. En 2010 impulsó la construcción de las plantas del Pirineo (ubicada en Sangüesa) y de la Zona Media (ubicada en Tafalla). La última de las instalaciones está ubicada en Santesteban, y fue inaugurada el pasado mes de marzo por el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza.

A estas tres plantas llegan los camiones municipales de recogida y vacían su contenido para que éste sea compactado y se retiren los voluminosos. El destino final de estos residuos es la planta de compostaje de Cárcar o la de biometanización de “El Culebrete”, en Tudela, ambas del ámbito del consorcio, aunque gestionadas por la Mancomunidad de Montejurra y por la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, respectivamente.

Las estaciones de transferencia permiten reducir a la mitad los viajes de los camiones municipales (los nuevos tráilers son de 20 toneladas, frente a las 10 toneladas de los anteriores), con la consiguiente reducción de emisiones de dióxido de carbono y del gasto de explotación.

La construcción de la estación de transferencia de Santesteban tuvo un coste de 2,5 millones de euros, de los que 2 millones fueron aportados por el Gobierno de Navarra, a través del Plan de Inversiones Locales 2009-2012, y el resto, por el Consorcio de Residuos. La inversión necesaria para construir las estaciones ubicadas en Tafalla y Sangüesa fue de 4,07 millones de euros, que fueron financiados con Fondos de Cohesión Europea (80%) y con la tasa consorcial (20%).

Por otra parte, el consorcio también inauguró dos muelles de descarga en 2010, cuya función es idéntica a las plantas de transferencia, pero a menor escala. Ubicados en Arbizu y Peralta, la construcción fue responsabilidad de las mancomunidades de Sakana y de la Ribera Alta, respectivamente, con financiación y supervisión del Consorcio de Residuos. El coste presupuestado para el muelle ribero fue de 892.687 euros y el de Sakana, de 756.647 euros. La construcción de estas instalaciones ha sido imprescindible para la clausura de vertederos, según establecía también la normativa europea.

Tras la construcción de estas infraestructuras, la meta inmediata del consorcio es la implantación del quinto contenedor de forma escalonada, efectiva y voluntaria entre la ciudadanía. Peralta fue la primera localidad en implantarlo el pasado 1 de octubre y llegará progresivamente a todas las localidades de la Mancomunidad de la Ribera Alta (Falces, San Adrián, Azagra, Marcilla, Milagro, Villafranca, Funes y Cadreita). La apuesta por el quinto contenedor, que permite una recogida muy selectiva y un aprovechamiento absoluto de los residuos orgánicos, obedece a la estrategia que Bruselas intenta que los estados miembros implanten.

 


Nota de prensa:

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