Cómo se participa

La actuación consiste en ofrecer al grupo de población con mayores tasas de incidencia del tumor (50 a 69 años) la realización de un análisis de sangre oculta en heces, ya que la presencia de este elemento suele ser indicativo de la existencia de lesiones. La prueba la realiza cada participante en su propio domicilio, mediante un kit facilitado desde el programa, tras lo cual entrega la muestra en su centro de salud para su análisis. Con carácter general, las pruebas se realizarán cada dos años.

Si se desea participar en el programa no es necesario pedir cita. Simplemente hay que esperar a que éste se despliegue en la zona de salud a la que pertenece. No obstante, si se observa alguna anomalía se aconseja consultarlo con el médico de cabecera.

La participación en el programa se desarrolla de la siguiente forma:

- Invitación. Cuando el programa se inicia en una zona de salud, las personas pertenecientes al grupo de edad diana reciben una carta-invitación personalizada en su domicilio en la que se explica el contenido de la campaña. Incluye una tarjeta prefranqueada mediante la cual se puede manifestar la voluntad de participar.

- Confirmar la participación. Para participar en el programa, el usuario puede remitir la tarjeta prefranqueada por correo postal a la dirección consignada. También podrá depositar la tarjeta en el centro de salud en unas urnas identificadas a tal efecto, así como llamar al teléfono 848 42 34 98 o enviar un correo electrónico a la dirección precolon@navarra.es.

- Recepción del kit . Días después de mostrar su deseo de participar, la persona recibirá en su domicilio un kit de recogida de muestras ya etiquetado con los datos del participante y una carta con instrucciones sobre cómo realizar el proceso de toma de la muestra y dónde entregarla.

- Entrega de la muestra. Una vez realizado el test, el kit con la muestra deberá entregarse en el centro de salud o consultorio. Se depositará en unos contenedores específicos identificados con el logotipo del programa.

-Comunicación de los resultados. Analizadas las muestras, los resultados negativos se comunicarán por carta, mientras que si se detecta un resultado positivo de sangre en heces le será comunicado al usuario personalmente, derivándole a su centro de salud para que se le realice una valoración clínica y se tramite la realización de pruebas de confirmación diagnóstica.

Se estima que alrededor de 70 de cada 1.000 personas que realicen la prueba resultarán positivos, pero solo en 3 se confirmará la presencia de un cáncer. En 1 de cada 3 positivos, la presencia de sangre se deberá a la existencia de pólipos benignos que también deben ser tratados para evitar la aparición posterior de un cáncer.

Para poder conocer el origen del sangrado se realizará una colonoscopia. Ésta es una exploración del interior del intestino que se realiza con sedación para evitar que sea dolorosa, y mediante la que se puede visualizar, detectar y extirpar las lesiones que han originado ese sangrado. De esta forma, al beneficio de poder aplicar un tratamiento de forma precoz al tumor canceroso detectado gracias al test, la campaña de detección precoz añade la ventaja de poder eliminar también las lesiones precursoras y, en consecuencia, evitar la aparición de la enfermedad.

Despliegue del programa y campaña de sensibilización

El programa tiene previsto convocar a las mujeres y hombres navarros nacidos entre el 1 de enero de 1944 y el 31 de diciembre de 1964. Esto es, unas 166.000 personas, el 24% de la población de la Comunidad Foral. De ellas, el 75% vive en el Área de Salud de Pamplona, un 14% en la de Tudela y un 11% en el Área de Salud de Estella. El despliegue se hará de forma escalonada, con el objetivo de llegar al 100% de la población en cuatro años. El calendario de implantación está disponible en la web www.cancercolon.navarra.es.

Para conseguir este objetivo preventivo, es fundamental la respuesta de la población diana. En este caso, se considera necesario lograr al menos una participación del 60%. Por este motivo, el despliegue del programa está acompañado de una importante campaña de sensibilización y comunicación, dirigida no sólo al grupo de edad diana, sino también a los profesionales sanitarios y a la población en general. La campaña incluye anuncios en prensa, radio, folletos informativos, carteles en marquesinas y autobuses urbanos, así como una web www.cancercolon.navarra.es con información relevante sobre el programa y en donde también se pueden conocer las adhesiones a la campaña.

Qué es el cáncer colorrectal

Es un tumor maligno que aparece en el intestino grueso o en el recto a partir de una lesión llamada pólipo.

En Navarra, se detectan alrededor de 500 casos anuales y es el causante de unos 200 fallecimientos al año. Es más frecuente en hombres (60% de los casos) que en mujeres. Se trata del tipo de cáncer con mayor incidencia en ambos sexos (alrededor del 15% de los cánceres registrados) con una tasa de 48,2 por 100.000 habitantes en hombres y de 25,1/100.000 en mujeres. También presenta altos índices de mortalidad: es el tumor que más muertes ocasiona entre las mujeres navarras (24,06/100.000), mientras que en el caso de los hombres ocupa el segundo lugar tras el de pulmón y tráquea (42,09/100.000).

El cáncer de colon es el más frecuente y está presente en un 71% de los casos, mientras que el otro 29% se localiza en el recto. Dentro del tumor de colon, el 34% se localiza en el colon sigmoideo, un 15% en el ciego, un 14% en el colon ascendente y un 10% en la unión rectosigmoidea.

Navarra presenta niveles más altos de incidencia de este tumor que la media en España y Europa en el caso de los hombres, y es también ligeramente superior a la media española entre las mujeres. Se observa también un incremento en los últimos cuarenta años (un 133% en las tasas en hombres y 88% en mujeres), aunque la mortalidad se mantiene estable. Este ascenso es achacable, según los responsables sanitarios, al aumento de la esperanza de vida, pero también al cambio de hábitos y estilos de vida entre la población. Así, por ejemplo, el consumo elevado de carne roja y procesada y de alimentos con grasa, así como la ingesta de alcohol, tabaco y la presencia de sobrepeso y obesidad favorecen su aparición.

También es más frecuente en personas con historia familiar de cáncer colorrectal o con enfermedades inflamatorias intestinales crónicas o pólipos. Independientemente de estas situaciones, el riesgo aumenta a partir de los 50 años.

Por el contrario, puede prevenirse con hábitos saludables: alimentación rica en fruta, verduras y baja en grasa, ejercicio físico regular, evitar el consumo de tabaco y alcohol, así como el sobrepeso y obesidad. Pero el estilo de vida actual no favorece siempre el seguimiento de estos factores preventivos, por lo que, en las actuales circunstancias, la detección precoz ha demostrado su eficacia y efectividad consiguiendo disminuir la mortalidad de forma significativa.

La enfermedad no suele presentar síntomas en fases iniciales, aunque la presencia de sangre en las heces, cambios en los hábitos intestinales y pérdida de peso sin razón conocida deben considerarse como síntomas de sospecha.

Si se detecta a tiempo es más fácil su tratamiento y curación. Cuando se diagnostica precozmente se puede curar en más del 90% de los casos. Por el contrario, si se diagnostica en fases avanzadas, la supervivencia disminuye a menos del 50%. Según un estudio realizado al final de la década de los noventa en la Comunidad Foral, un 54% de los casos se diagnosticó en estadíos localizados en el intestino y un 46%, en fases ya avanzadas.

Pie de foto (de izda. a decha.): Gloria Asiáin, enfermera de referencia del programa (turno de tarde) del centro de salud; Alberto Arriazu; Nieves Ascunce, del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (Detección Precoz); Francisco Javier Torrens; Mikel Irigoyen; consejera Marta Vera; María Ángeles de la Serna; María Puy Bujanda y Miguel Ángel López; María José Rodríguez; Eugenia Ursúa (detrás); María Rosario Villanueva, jefa de enfermeras del centro; Antonio López, subdirector de Atención Primaria Norte (detrás); María Jesús Ederra, de la Subdirección de Atención Primaria; y Reyes Casajús, enfermera de referencia del programa (turno de mañana) del centro.