Un espacio de oportunidad

El espacio físico que engloba la Eurorregión incluye una cuenca de 600.000 habitantes en torno a la zona Bayona-San Sebastián –que genera la mayor parte de la cooperación transfronteriza existente hoy en día- y otros grandes polos económicos como Vitoria, Bilbao, Pamplona, Burdeos, La Rochelle o Poitiers.

Concurren en esta Eurorregión varios factores: un tejido industrial diverso; empresas emblemáticas; grupos industriales fuertes; alta cualificación de los trabajadores –por encima de la media UE-; importantes ámbitos de complementariedad, etc. En definitiva, un gran potencial de desarrollo y un espacio de oportunidad tanto para las empresas como para la población activa.

Sin embargo, en la práctica existen diversos factores que dificultan su desarrollo y crean barreras: distancia entre los distintos polos económicos; fuertes asimetrías competenciales y fiscales; culturas administrativas distintas… obstáculos, en resumen, que diluyen las fortalezas de la Eurorregión y hacen que las miras de empresas y trabajadores se dirijan hacia otras zonas, pese a la proximidad de ésta.

Plan de acción

El proyecto EMPLEO AE pretende abordar estas barreras y obstáculos en su conjunto para superar, definitivamente, la situación actual y propone una serie de medidas concretas de actuación:

1. Realización de un estudio diagnóstico sobre el estado del empleo transfronterizo. Contará con la participación de medio centenar de agentes distintos: desde servicios públicos de empleo a agencias de desarrollo, sindicatos, patronal, cámaras de comercio, etc. Realizará una fotografía de lo que es, a día de hoy, el empleo transfronterizo e irá más allá planteando soluciones a problemas y estudiando los cambios a realizar a nivel administrativo para simplificar y fluidificar las relaciones. Se trata de un trabajo nunca antes realizado pese a que las relaciones Euskadi-Aquitania se mantienen desde hace más de tres décadas.

2. Puesta en marcha de un portal web de información sobre el empleo transfronterizo que recoja toda la información útil tanto para el tejido empresarial como para las personas trabajadoras y desempleadas y permita, a unas y otras, estar debidamente informadas tanto de las oportunidades que surjan como de los derechos y obligaciones de operar en otro territorio.

3. Difusión de la información recabada, en los diferentes escalafones administrativos de las tres regiones, para que conozcan las normativas a aplicar y puedan asesorar al trabajador y al empresario. Asimismo, apertura de puntos de información específicos en los servicios públicos de empleo y sus entidades colaboradoras.