Colas, Pegamentos, Lacas, Gasolina, Pinturas, Aerosoles, Disolventes.

Son depresores y perturbadores del sistema nervioso central. Son sustancias químicas altamente tóxicas de uso industrial y doméstico que al ser inhaladas pueden producir graves consecuencias físicas y psíquicas.

Los efectos duran tan solo unos minutos. Sientes euforia y alegría, menos apetito y menos frío, alucinaciones y trastornos de la conducta (agresividad e hiperactividad motora).
Pasados estos efectos iniciales sientes somnolencia, mareos, visión borrosa, habla confusa y desorientación.
Se puede alcanzar una intoxicación grave similar a la etílica, perder la conciencia y llegar al coma.

El uso continuado puede producir palidez y fatiga permanente, problemas de memoria y concentración, depresión, aislamiento social y conducta agresiva. Puedes sufrir Parkinson, problemas en los pulmones, el estómago y el corazón. El uso crónico puede llevarte a daños irreversibles en el hígado y los riñones, ceguera, sordera, problemas respiratorios y daño cerebral generalizado.

La inhalación de dosis altas o cantidades muy concentradas podría llevarte a la muerte por fallo cardiaco o por aspiración de vómito en tan sólo unos minutos. Además, algunos disolventes como el tolueno o el benceno son cancerígenos. En resumen, el consumo de estas sustancias es muy peligroso.

Se puede desarrollar tolerancia y dependencia. Síndrome de abstinencia: sientes ansiedad, fatiga, insomnio, falta de apetito, depresión, dolores abdominales, calambres en las piernas, dolor de cabeza, temblores y desorientación.