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El agua en Navarra

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Agua
Red de control de aguas de baño

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Tras la incorporación a la Red de control de aguas de baño de la Bahía de Úgar (embalse de Alloz), Navarra cuenta ya con trece zonas de baño naturales. El Gobierno Foral supervisa y controla la calidad, además de otros condicionantes, con el fin de dar al usuario garantías para el baño. Fuera de esta Red -salvo en zonas expresamente prohibidas- la actividad de baño está permitida, pero las condiciones no están supervisadas como en la Red.

El Departamento de Salud, a través de la Sección de Sanidad Ambiental del ISPLN y el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, son los responsable del control y vigilancia de la calidad de las aguas de baño en estas trece zonas. Antes de la apertura oficial de la temporada de baño se efectúa un control analítico previo de las aguas como comprobación de su calidad.

Temporada de baño 2023:

- Del 22 de mayo al 10 de septiembre: Balsa la Morea (Beriáin), Manantial agua salada (Estella/Lizarra), Embalse de Alloz (Guesálaz/Gesalatz, Lerate), (Valle de Yerri / Deierri, Úgar) y Balsa el Pulguer (Tudela).

- Del 10 de julio al 3 de septiembre: Río Urederra (Artavia, Allín), Río Araxes (Betelu), Río Esca (Burgui/Burgi), Río Aragón (Carcastillo), Río Urederra (Zudaire, Améscoa Baja), Barranco de la Foz de Benasa (término de Navascués/Nabaskoze), Río Uztarroz (Uztárroz/Uztarroze) y Embalse de Itoiz (Arce/Artzi), Nagore.


Zona de baño en Betelu

Río Araxes a su paso por Betelu. (Ampliar imagen)

Estudio y seguimiento de las zonas de baño:

En cada una de las trece zonas de baño, y de forma previa a la temporada, se mide sobre el terreno la temperatura del agua, el pH, la conductividad y la turbidez, con una periodicidad aproximadamente quincenal.

También se anotan otras circunstancias que pudieran observarse, como la aparición de aceites minerales, sustancias tensoactivas, fenoles u otros residuos varios. Además, se toma una muestra para su traslado y análisis en laboratorio.

Por último, y en cada visita, se revisan las condiciones higiénico-sanitarias y las infraestructuras del entorno con el fin de verificar que tienen un mantenimiento adecuado.

Una vez que las muestras llegan al laboratorio, se analizan con prontitud los parámetros biológicos típicos de contaminación fecal, como el nivel de presencia de Escherichia coli y Enterococos intestinales, con el fin de que la Autoridad Sanitaria pueda evaluar con la necesaria agilidad si el nivel de presencia de estas bacterias está por debajo de lo estipulado y por tanto que las aguas son sanitariamente aptas para el baño. En caso de detectarse alguna anomalía, se informa al ayuntamiento responsable y a los bañistas de la misma.

Este seguimiento es el que diferencia a estas zonas de baño de otras zonas no designadas como tal, en las que, aunque no está prohibido bañarse, no se hace este tipo de seguimiento y por lo tanto hay menos garantías sanitarias y ambientales.

Debe señalarse que, a pesar de toda esta atención ambiental, ninguna normativa obliga a establecer la vigilancia sobre los bañistas en estas zonas de baño naturales para prevenir posibles accidentes, por lo que ni la Policía Foral, ni el Guarderío Forestal ni cualquier otro tipo de seguridad o emergencias tienen encomendada la vigilancia de los bañistas en las zonas de baño naturales de Navarra.


Más información:

Red de control de las Zonas de baño naturales de Navarra:

Gobierno de Navarra

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