DEJAR Y MANTENERSE SIN FUMAR
No fumar y estar en espacios sin humo. Si se fuma, dejar de fumar es una de las medidas más beneficiosas.
HACER EJERCICIO FÍSICO
Caminar rápido al menos 30-45 minutos diarios, todos o casi todos los días de la semana, sin excesos y con un inicio y un final suaves. Preguntar por los ejercicios de fuerza indicados en tu caso.
MANTENER UN PESO SALUDABLE
Lograr un equilibrio entre ‘lo que se ingresa’ con la comida y ‘lo que se gasta’ en la vida diaria, el trabajo y el ejercicio físico.
CONTROLAR EL ESTRÉS
Conocer las causas de estrés y cómo controlarlo. Descargar la tensión física mediante relajación, respiración, masaje, ejercicio físico... Afrontar de forma realista las situaciones de la vida y mirar las cosas positivamente. Disfrutar cada día. Apoyarnos en el grupo familiar y en otra gente.
TOMAR LA MEDICACIÓN INDICADA
Tomar la medicación en la forma y dosis indicadas y no dejarla aunque nos sintamos mejor.
REALIZAR ALGUNOS CONTROLES. Mantener unos límites adecuados:
Cuando la enfermedad esté estabilizada, puedes ir implicándote en estos controles tomándote la tensión o el peso en casa, solicitando de forma parcial o total algunas pruebas o análisis, etc.