El tratamiento de los trastornos de ansiedad se centra en reducir el nivel de ansiedad del paciente. Para ello, los pilares principales del tratamiento son la medicación y la psicoterapia, ya sea como tratamiento único o combinado.
Los fármacos que se utilizan son los ansiolíticos y los antidepresivos. La mayor tasa de resultados positivos se consigue con la combinación de fármacos ansiolíticos y psicoterapia.
Para el componente psicoterapéutico del tratamiento, la investigación demuestra que la terapia cognitivo-conductual alcanza su mayor nivel de efectividad cuando se usa para ayudar al individuo a reemplazar sus pensamientos y conductas negativas por otros más positivos y productivos. La base de este planteamiento es que somos capaces de controlar y modificar nuestro pensamiento y, por tanto, nuestras acciones. Los grupos de apoyo también pueden proporcionar un espacio en el que compartir experiencias y obtener recomendaciones de métodos de afrontamiento.