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El consejero Catalán visita la depuradora de Bajo Ebro para evaluar los daños ocasionados por la riada
jueves, 12 de abril de 2007Es la única planta de estas características que ha sufrido desperfectos de importancia, valorados entre 40.000 y 50.000 euros
Vista aérea de esta depuradora anegada por el Ebro la pasada semana.
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El consejero de Administración Local, Alberto Catalán Higueras, ha acudido esta mañana a Buñuel con objeto de comprobar in situ los desperfectos que las inundaciones provocaron en la estación depuradora de aguas residuales de Bajo Ebro. La planta, una de las mayores de Navarra, da servicio a las poblaciones de Buñuel, Cabanillas, Ribaforada y Fustiñana.
Han acompañado al consejero Catalán en su visita, con objeto de comentar con él los diferentes daños que las inundaciones han causado en sus respectivas localidades, el alcalde de Fustinaña, José Antonio Sola; la alcaldesa de Cabanillas, Ana María Rodríguez; el alcalde de Buñuel, Santiago Mayayo; y un representante del ayuntamiento de Ribaforada.
La instalación, inaugurada por el presidente Sanz el pasado 8 de noviembre, dejó de funcionar el pasado 4 de abril por decisión expresa de la empresa pública NILSA, para evitar averías de gravedad provocadas por las fuertes riadas. “Si hubiéramos mantenido la depuradora operativa, todos los equipos hubieran sufrido desperfectos y la planta hubiera dejado de funcionar igualmente; con el agravante de que las reparaciones hubieran sido mucho más costosas en dinero y en tiempo, lo que habría supuesto que la instalación no pudiera funcionar en varias semanas”, ha explicado el gerente de NILSA, Andrés Sola.
Tras la interrupción del funcionamiento, la empresa pública prevé poner la depuradora en marcha de nuevo en un período de entre cinco y diez. “En nuestras primeras estimaciones consideramos que alrededor del 50% de los equipos no ha sufrido ningún tipo de desperfecto y tampoco se ha visto afectada la línea de alta tensión. Sí se inundaron algunas cajas eléctricas y todavía tenemos que terminar de comprobar la alimentación de los equipos, pero nuestras previsiones cifran los daños entre 40.000 y 50.000 euros como máximo“, ha informado Ana Marta Lasheras, directora de Operación y Mantenimiento de NILSA para la Zona Sur.
Dentro de la estrategia preventiva que busca minimizar los daños en este tipo de situaciones de emergencia, los técnicos de la planta están comenzando a conectar de nuevo las máquinas de un modo meditado y prudente, ya que, en estos casos, los protocolos de actuación priman la seguridad ante cualquier otra ventaja, como la rapidez. No obstante, ayer ya arrancaron las bombas de agua para que comience a llegar caudal con normalidad a la planta y, en breve, iniciarán la línea de fangos, ya que éstos son el producto resultante del tratamiento del agua residual y debe esperarse a que el caudal complete su ciclo para que puedan comenzarse a almacenar y tratar en los tanques ATAD.
Las fuertes precipitaciones de la semana pasada causaron el cese de actividad en numerosas plantas de Navarra, principalmente en las de las márgenes del río Ebro. No obstante, ninguna ha sufrido desperfectos de especial consideración excepto ésta, y todas están ya funcionando a pleno rendimiento. La normalidad se recuperará en la instalación de Bajo Ebro en la próxima semana y el 26 de abril ya está programada una visita con escolares de Ribaforada para visitar la planta, dentro del programa de educación ambiental que NILSA lleva a cabo con centros educativos.
Sobre la planta
La depuradora, situada en la margen derecha del Ebro, en el paraje denominado “Soto del Quebrado” del término municipal de Fustiñana, tiene una capacidad para 26.000 habitantes equivalentes (medida para la contaminación que tiene en cuenta la actividad industrial, además del censo). Además, cuenta con dos tanques ATAD para el tratamiento avanzado de los fangos, que permite higienizarlos y reducir significativamente su volumen, de acuerdo con la normativa europea.
El caudal medio diario en condiciones climatológicas normales es de 3.626 metros cúbicos y la capacidad de los filtros es de 7.000 metros cúbicos, lo que incluye un sistema de relleno plástico cuya superficie equivaldría a 93 campos de fútbol.
La inversión necesaria para llevar a cabo la obra fue de 9.461.803,68 euros, de los cuales un 80% ha sido financiado por el Plan de Infraestructuras Locales 2005-2008, con cargo al Fondo de Haciendas Locales, y el 20% restante, por el canon de saneamiento, que gestiona NILSA.
Además de la depuradora, y para impulsar el agua residual hasta ella, NILSA construyó un pozo de bombeo que lleva el caudal desde Buñuel, diseñado para admitir seis veces el caudal medio que llega en tiempo seco. Tiene una capacidad de almacenamiento de 700 metros cúbicos, a los que hay que sumar otros 300 metros cúbicos que tienen cabida en las tuberías, lo que supone una capacidad de retención total de 1.000 metros cúbicos.
