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Editada una guía de buenas prácticas para la recolección y el consumo de setas

viernes, 07 de noviembre de 2008

La publicación persigue proteger el ecosistema y la seguridad del consumidor, aconseja a los recolectores de setas sobre buenas prácticas en el desarrollo de esta actividad y a los consumidores sobre su identificación y consumo a fin de evitar posibles intoxicaciones


Seta "Boletus Edilus"

Setas "Boletus edulis". ( ampliar imagen )

El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y en colaboración con el Parque Micológico de Ultzama, ha editado una guía que aconseja a los recolectores de setas sobre buenas prácticas en el desarrollo de esta actividad y a los consumidores sobre su identificación y consumo. La publicación ha sido editada en castellano y en euskera.



La primera parte de guía se centra en la recolección de las setas y, a través de ocho viñetas, presenta diferentes consejos para evitar daños en el ecosistema en el que se encuentran. Advierte acerca de la utilización de utensilios, como hoces o rastrillos, que puedan dañar el micelio del hongo y la propia vegetación circundante. La guía señala que se deben respetar tanto las setas jóvenes como las muy maduras y/o deterioradas, las primeras para proteger la reproducción de los setales y las segundas porque pueden no ser idóneas para el consumo y porque puede existir riesgo de confusión al no conservar intactas sus características.



La guía también indica que hay que evitar un excesivo pisoteo del terreno, ya que se reduce la aireación y se provoca una disminución de la producción de setas, y añade que es mejor limpiarlas in situ, ya que se conservan mejor y se contribuye a la propagación de los setales. La publicación aconseja que se deben recoger las setas enteras, incluida la base del pie, y desarrolladas (maduras), para identificarlas correctamente. También señala que, una vez recolectadas, deben ser transportadas en una cesta que favorezca su aireación en lugar de en bolsas de plástico, que aceleran la pudrición de las setas, y se indica que haya que respetar todas las setas, incluso las tóxicas, porque tienen una función importante en los bosques.



Buenas prácticas para el consumo de setas


La segunda parte de la guía presenta una serie de consejos para el consumo de setas. En primer lugar, señala que hay que identificarlas correctamente y que, en caso de duda sobre si una seta es comestible o tóxica, hay que evitar su consumo y, además, desechar falsas creencias, como que las setas comestibles son identificables por su aspecto y buen olor o porque son consumidas por limacos. La guía aconseja que no se recojan setas en zonas contaminadas y que las que aparecen junto a cultivos agrícolas, bordes de carreteras o jardines urbanos tienen riesgo de acumular contaminantes químicos peligrosos para la salud. La guía explica que, en concreto, los champiñones silvestres (Agaricus sp) acumulan metales pesados y por ello es conveniente lavarlos, pelarlos y cocinarlos bien y, en todo caso, consumirlos en cantidades moderadas.



En cuanto al consumo de las setas, la guía señala que, en general, son muy perecederas y, por consiguiente, recomienda conservarlas cuanto antes en el frigorífico, y cocinarlas y consumirlas en las 24 horas siguientes a su recolección. Además, desaconseja comer las setas crudas o poco cocinadas, porque resultan más indigestas y porque algunas son tóxicas en crudo. Por último, la guía de buenas prácticas para la recolección y el consumo de setas aconseja no abusar en su consumo, que debe ser moderado, porque las setas pueden provocar intolerancias y alergias.


Los hongos, aunque no están considerados como plantas, están ligados a ellas por múltiples relaciones ecológicas. Por ejemplo, los hongos simbiontes viven asociados a la mayor parte de las plantas y, sin ellos, no sería posible su desarrollo. A este género pertenecen, por ejemplo, las trufas (Tuber melanosporum), Amanita caesarea, Boletus edulis o níscalos (Lactarius deliciosus). Por otro lado, los hongos saprófitos se alimentan de sustancias orgánicas muertas y depuran activamente los ecosistemas de moléculas muy resistentes como celulosas, ligninas etc. Se encargan de la “limpieza” del bosque permitiendo que los ecosistemas continúen en las debidas condiciones. Por todo esto, la abundancia de variedades de hongos es proporcional a la calidad de un ecosistema y a la diversidad del conjunto del mismo.



La guía de buenas prácticas para el recolector y el consumidor de setas se reparte gratuitamente en la Dirección General de Medio Ambiente y Agua (Avenida del Ejército 2, Pamplona) y en los Centros de Interpretación de la Naturaleza del Gobierno de Navarra situados en el Señorío de Bertiz, Roncal, Ochagavía y Lumbier.


Documentación:
Guía para recolección y consumo de setas

Gobierno de Navarra

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