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El Plan Foral de Drogodependencias entrega los galardones del certamen “¡Escribe tu canción del verano!”
jueves, 27 de noviembre de 2008El objeto del concurso, que se celebró durante el periodo estival de este año, era el de promover el uso responsable del alcohol en ambientes festivos por parte de los jóvenes
Imagen promocional de la campaña "¡Escribe tu canción del verano!".
Los responsables del Plan Foral de Drogodependencias han entregado este mediodía, en la residencia juvenil Fuerte del Príncipe, los premios correspondientes al certamen “¡Escribe tu canción del verano!”, convocado durante el periodo estival de este año para apelar a la responsabilidad respecto del uso del alcohol en zonas de fiesta por parte de los jóvenes. Para ello, los participantes debían escribir la letra de una canción o una estrofa, escrita en castellano o euskera, acerca de, como indican los organizadores del concurso, “lo que puedes hacer este verano para no dar la nota con el alcohol”.
El primer premio, consistente en un mp4 de 16GB, ha recaído en Ainhoa Zabaleta Iribarren por su trabajo “Alkoholarekin kanta txarra lehiaketa”, el segundo es un mp4 de 8GB que recibirá Iker Mariñelarena Cabeza por “Seminario” y el tercer premio, otorgado a Laura Sánchez Pérez por “Voy caminando por la vida”, consiste en un mp4 de 4GB. Además, entre todos los participantes se han sorteado dos mp4 de 4GB.
Los premios han sido entregados por Fermín Castiella Lafuente, director técnico del Plan Foral de Drogodependencias, y el jurado del certamen ha estado integrado por Sonia Méndez Garatea (Consejo de la Juventud de Navarra), Maite Ciganda San Martín (asociación Hegoak); y tres técnicos del ámbito de las drogodependencias: Teresa Martínez Peñalba (Mancomunidad Servicios Sociales de Base de la zona de Leitza), Jesús Enrique Recalde Yoldi (Mancomunidad Servicios Sociales de Base de la zona de Noáin) y Abel Astrain Azcona (Plan Foral de Drogodependencias).
La idea del concurso surge como complemento a la campaña editada este periodo estival, compuesta de un folleto titulado “¡Escribe tu canción del verano!/ idatzi udako zure kanta!”, (del que se han editado 60.000 ejemplares en castellano y 20.000 en euskera) y un cartel con el mismo lema (1.500 en castellano y 1.500 en castellano por una cara y euskera por la otra). El material presenta títulos de canciones de moda entre el público adolescente-juvenil acompañadas de mensajes que apelan a la responsabilidad en cuanto al uso del alcohol en los espacios de marcha o de fiesta.
La población a la que se dirigen estos materiales educativos es a los jóvenes entre 14 y 20 años, con especial énfasis en las personas que todavía son menores de edad ya que, aunque el consumo a estas edades no esté permitido, los datos indican que el 52,5% de los menores dicen beber habitualmente en bares, el 19,9% en discotecas o el 22,5% en la calle u otros espacios públicos.
La juventud navarra y el alcohol
Los últimos datos de la Encuesta Navarra de Juventud y Salud de 2007, referida a jóvenes de 14 a 29 años, muestran que el 83,0% se ha iniciado en su consumo antes de los 18 años, siendo la edad media de inicio los 14,85 años (algo más temprana en los varones: 14,66 años, que en las mujeres: 15,04 años).
Los estudios revelan también la existencia de un patrón de consumo propio de los jóvenes, concentrado en el fin de semana y caracterizado por la frecuencia de episodios de intoxicación etílica. En la Encuesta Navarra 2007, el 75,1% de los jóvenes reconoce haberse emborrachado alguna vez en la vida (el 78,5% de los chicos y el 71,8% de las chicas), siendo un 31,4% los que lo han hecho el último mes (35,9% de los chicos y 27,1% de las chicas). La mayor disponibilidad de alcohol, las agresivas campañas de comercialización y promoción y el debilitamiento de las relaciones de autoridad y tabúes vinculados a la edad explicarían esos incrementos, según algunos expertos en la materia.
A diferencia de lo que sucede con otras sustancias psicoactivas, el inicio del consumo de alcohol no se produce tanto por factores personales (tipo de personalidad o nivel de habilidades sociales), sino porque se trata de un elemento que forma parte de la vida cotidiana en la comunidad o incluso en casa, con el agravante de que se trata de la droga socialmente más aceptada.
La adolescencia es una etapa de máxima vulnerabilidad, en la que el desarrollo neurológico no se ha completado y el uso de sustancias como el alcohol incide negativamente en el mismo. El consumo de alcohol puede producir también alteraciones de las relaciones personales, del rendimiento escolar, comportamientos violentos y conductas peligrosas para la salud, como prácticas sexuales de riesgo o conducir bajo los efectos del alcohol. El consumo en la adolescencia aumenta además las posibilidades de desarrollar en la edad adulta un consumo abusivo o una dependencia de bebidas alcohólicas.
Por todo esto, es necesario comprender las condiciones que inciden en estas pautas de consumo adolescente-juvenil, tanto las sociales como las propias de la edad. Y es que en estas edades los contextos de relación interpersonal actúan como uno de los más importantes antecedentes o influencias para el consumo de bebidas alcohólicas. Otros factores, como la insatisfacción respecto a los medios de socialización escolar y familiar también han sido señalados como promotores de este tipo de consumos, pero parece tener más fuerza el que, a estas edades, beber constituye un acto grupal, impulsado por la necesidad de integración y aprobación por parte de los compañeros. En resumen, la presión social, los supuestos efectos placenteros del alcohol y la diversión son los principales motivos que los jóvenes aducen para justificar su consumo.
