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El Presidente Sanz visita en Toledo la exposición que exhibe el retrato de Fernando VII, obra de Goya, procedente del Palacio de Navarra
miércoles, 18 de febrero de 2009Ha sido cedido a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para integrar esta muestra, centrada en el legado de la Guerra de la Independencia
Los Presidentes Sanz y Barreda, junto al comisario de la exposición, Juan Sisinio Pérez Garzón (dcha), ante el retrato de Fernando VII.
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El Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma, ha visitado esta mañana en Toledo la exposición “España 1808-1814. De súbditos a ciudadanos”, que exhibe el retrato de Fernando VII, pintado por Goya en 1814, que habitualmente se exhibe en el Palacio de Navarra.
Este cuadro ha sido cedido temporalmente por el Gobierno de Navarra para formar parte de esta exposición temporal, que se exhibe en el Museo de Santa Cruz, y que está organizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Gobierno de España. Esta muestra, inaugurada en diciembre del pasado año y que ha recibido ya 35.000 visitantes, tiene como objetivo la conmemoración del bicentenario de la Guerra de la Independencia y de los cambios políticos y sociales registrados en España en los años siguientes.
En el transcurso de su visita a la exposición, el Presidente Sanz ha estado acompañado por el Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y por la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, María Soledad Hierro. Miguel Sanz ha prestado especial atención al retrato de Fernando VII, obra de Francisco de Goya, que habitualmente se exhibe en el Palacio de Navarra y que ha sido cedido por el Gobierno de Navarra especialmente para esta exposición. El Presidente Barreda ha agradecido a Sanz la colaboración de Navarra a través del préstamo de esta obra de arte. Por su parte, Sanz ha destacado la importancia de esta muestra “para quienes somos amantes del arte y de la historia de nuestro país” y ha resaltado el especial significado que para Navarra tiene la obra cedida temporalmente por el Ejecutivo foral. Miguel Sanz ha agradecido también la hospitalidad del presidente castellano-manchego y ha destacado que la amistad que les une “nos lleva, siempre que podemos, a colaborar, como es el caso de esta exposición”.
El retrato de Fernando VII, obra de Goya
“Retrato del rey Don Fernando VII de España y III de Navarra”, obra de Francisco de Goya y Lucientes, está fechado en 1814. Se trata de un óleo sobre lienzo de 104 x 83,5 centímetros. En él, el monarca aparece de medio cuerpo, acompañado de los símbolos que señalan su estatus: corona real situada a su lado, bastón de mando ornado con los castillos y leones de las armas de España en la mano derecha y sable al cinto, del que sólo quedan restos de una empuñadura dorada. Sobre la casaca en seda color oro con flores azules, que cruza la banda azul y blanca de la Orden de Carlos III, lleva manto púrpura cuajado de lises dorados y forrado de armiño y collar con el toisón de oro.
Con motivo del préstamo de la obra, se solicitó una restauración del cuadro que fue financiada por la organización de la muestra y realizada por el taller pamplonés ARTRES, restauración S.L., bajo la dirección del personal técnico del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, entre los meses de septiembre y noviembre de 2008. El presupuesto ascendió a 5.634,12 euros. Esta restauración ha mejorado el aspecto de uno de los Goya que posee Navarra, y ha puesto de manifiesto que su calidad es mejor de lo que se consideraba hasta ahora.
El último tratamiento de conservación y restauración aplicado al lienzo ha revelado que la pintura ha tenido un importante cambio en la composición y ha sufrido varias intervenciones que han perjudicado la calidad del retrato. En origen el manto no ceñía al soberano, sino que se abría a ambos lados de la figura del monarca. La obra fue reentelada, el fondo pintado de negro y en la parte inferior se colocó la inscripción que reza Fernando III de Navarra y VII de Castilla. En la actualidad, con los craquelados en círculos concéntricos característicos de la producción de Goya, se aprecia el fondo gris sobre el que se recortaba el rey en origen, y se puede admirar la pincelada, suelta hasta la impresión, de este artista, especialmente patente en el cuello, las mangas y el toisón de oro, según señalan los especialistas.
